- Estoy segura que lo haces aposta solo para hacerme daño - reclamó mi amiga señalándose con el dedo intensamente - Siempre me haces pasar por lo mismo.
Resoplé por décima vez en el día mientras observaba detenidamente a la chica enfrente mía.
No sé cómo llegué hasta aquí.
Nunca llegaré a entenderlo.
- ¿Ahora no dices nada? Como siempre callandote como una cobarde.
Seguí mirándola sin inmutarme de las duras y reales palabras que comentó y que en el fondo de mi corazón me dolían más que nada en el mundo.
Seguía enfadada, hablándome de manera horrible y de la cual yo ni siquiera decía nada. No movía ni un músculo de mi ser. No me defendía. Nada.
La escuchaba como una buena niña que escuchaba los sermones de su madre, de la que tenía miedo por si la soltaba un guantazo nada más abrir la boca.Con la diferencia de que la chica de en frente, no era mi madre.
¿Qué me pasaba? ¿Qué me pasa?
Dejé de escuchar. Sabía que seguía ahí, sabía que me estaba hablando.
Mis oídos dejaron de escuchar, mi cuerpo se puso rígido, me levanté de donde estaba y sin saber como, mi puño izquierdo acabó en la cara de mi amiga en cero segundos.Mi mente se colapsó, ya no podía más.
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Maybe I'm a loser
Non-FictionQuizás sea una perdedora solo por el hecho de quedarme enjaulada en una cárcel psicológica. ○ ~Lo siento por las faltas de ortografía se revisará cuando esté terminada~ ~Portada provisional~