Después de... ti (Terminada)

La marca

Al sayia aún le costó un momento procesar lo que el Dios había dicho, ¿Acaso había entendido bien?

- No juegue con eso - logro decir incrédulo.

- No estoy jugando como dices muchacho - aclaro enfático - hay una manera de traer a tu pareja de nuevo a este plano, si es lo que deseas.

Comento ahora como si fuera cualquier cosa.

- ¿Si es lo que deseo? - cuestionó con las lágrimas desbordando sus ojos de nuevo, sus sentimientos se habían desbordado por completo - claro que quiero, si se puede por favor hágalo.

- ¡Hágalo! - agregaron a coro los demás que se habían acercado a escuchar.

- Está bien, está bien - acepto el anciano.

Algo sorprendido por la repentina aparición de todos esos humanos tan cerca, ya que se cerraban en círculo alrededor suyo y del saiyajin.

- Pero primero debemos ir a donde está su cuerpo - indicó serio de nuevo.

Enmadaiosama leía uno de los tantos reportes de las almas que llegaban al otro mundo, estaba decidiendo dónde enviar a la alma frente suyo, cuando un grupo de personas apareció de la nada frente a él.

- Supremo Kaio-Shin - susurro anonadado.

Tirando su escritorio a un lado se inclino frente a ellos de inmediato, provocando gran estrépito y que las almas filadas echarán un grito de sorpresa y se arinconaran a la pared a un lado, a la vez que sus ayudantes lo miraran anonadados un segundo y de inmediato lo siguieran arrodillándose tan rápido que fue como parpadear.

- Es un honor tenerlo aquí - los saludo cordialmente.

- Enmadaiosama - saludo Shin inclinandose levemente en son de saludo - un placer conocerlo en persona, necesitamos un favor - le indicó ahora con suavidad.

- Para ustedes claro.

- Puedes decirnos, ¿Dónde fue enviada el alma de un saiyajin conocido como Vegeta? - cuestionó Gozen con interés.

- ¿Vegeta....- susurro Enma - o ese saiyajin se encuen.....

- ¡Siento su ki!, ¡Puedo sentir el ki de Vegeta! - interrumpió Goku de repente.

Y antes de que pudieran evitarlo, tomo al viejo Kaio-Shin del hombro y desapareció con él.

- Pero que diablos.....- susurro Kibito sorprendido - pero que hombre más imprudente, como se atreve a llevarse así al honorable ancestro - ahora bufo molesto.

Shin, sonrió por lo bajo divertido por la reacción.

- Me parece que está muy ansioso - comento divertido - por favor Enmadaiosama - comenzó ahora mirando al enorme hombre - nos dice, ¿Dónde está el alma del señor Vegeta?

El Kaio del Norte, disfrutaba de una tranquila siesta después de un delicioso almuerzo, las mariposas revoloteaban entre las flores silvestres, una brisa suave rodeaba el lugar haciendo el clima fresco y perfecto para dormir, nada podía arruinar este momento. Dormía tan profundamente que incluso una burbuja de moco salía de su nariz, inflando se cada vez que respiraba, Bubuls su mono mascota dormía apoyado en un costado de su silla y Gregory aún con su chinchón recién curando se, dormía profundamente sobre su estómago. Una oportunidad perfecta para descansar y recargar energías.

- ¡Kaiosama!

Un grito y la repentina aparición de dos kis, rompió la paz establecida, el pequeño Kaio del Norte, dió un brinco de la sorpresa, perdiendo por completo el equilibrio sobre la silla y cayendo al piso de trasero, lanzado al pobre Gregory lejos y a Bubuls a un costado.