Seokjin y Kihyun son dos omegas que vivían ocultando su lado lobuno en una ciudad dominada por un hombre que odia a los cambia formas y busca acabar con ellos. Sin embargo su vida cambia cuando se ven demasiado involucrados con la manada Kim, donde...
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—¿Qué haces?— Kihyun se sorprendió al escuchar mi voz, su cara estaba algo roja pero parecía no importarle, pues siguió con lo que estaba haciendo.
—Tú también marcarias territorio si encontraras el aroma otro omega en tu alfa— dijo para después esconderse en el cuello de Shownu.
—No percibo el aroma de otro omega— dije mientras olfateaba la habitación en busca de algún rastro de celo de algún omega, pues era la única forma de que el olor fuera captado por los demás.
—Ya no está porque se lo quite— dijo orgulloso
—De casualidad, ¿había otros aromas además del de un omega?— Kihyun me miro
—¿Cómo lo supiste?— ya se me estaba haciendo muy raro que Shownu pudiera estar con otro omega teniendo a su destinado.
—Lo sé por qué los olores que percibiste eran restos de magia de las personas que ayudarlo el en ritual de sello— Kihyun se quedó unos minutos en silencio asimilando lo que dije.
—De todos modos no me arrepiento de lo que hice— antes de que Kihyun mordiera de nuevo a Shownu, lo levante en brazos como pude y lo aleje del alfa.
—¡Suéltame!— Kihyun se movió bruscamente hasta que lo solté, pero casi de inmediato lo acerque de nuevo a mí y lo abrace.
—Estoy feliz de que por fin despertaste.
—Yo también te extrañe— me dijo correspondiendo al abrazo.
—¿Cómo te sientes?— pregunte una vez que nos separarnos
—Algo raro, mi lobo no responde— dijo desanimado —pero creo que puedo superarlo.
—Pues no lo parece después de que vi lo que le hacías a tu alfa— él se sonrojo.
—Honestamente, cuando sentí el aroma de otro omega me asuste, me aterro la idea de que alguien quisiera alejarlo, es raro porque no puedo estar con él, pero eso no significa que no lo quiera.
—creo que me siento igual con Namjoon.
Después de esas palabras, ambos no pusimos a platicar de nuestro alfas, de nuestro miedos, nuestros deseos, ambos teníamos la preocupación de que nuestros poderes afectaran la relación con nuestros alfas, llegue a pensar que nuestras habilidades eran más una maldición que un don.
Al darnos cuenta de que no estábamos poniendo triste, cambiamos de tema, así que lo puse al corriente de lo que había pasado mientras él se encontraba inconsciente.
—Entonces... ¿esta es nuestra casa?— pregunto Kihyun mientras recorría algunas habitaciones.
—No, esta es mi casa, la tuya es la de Shownu.
—¿Qué?
—él dejo muy en claro que te mudarías con el cuándo despertaras.
