One Shots Madnessa y Choni

"Las cincuenta cosas qué me gustan de ti"

1. Me gusta tú sonrisa.  

Tú sonrisa es la cosa más hermosa que he visto. Y no estoy mintiendo, en serio.   Siempre te lo he dicho. tú sonrisa ilumina mis días.   

―Vanessa―Madeleine se acercó a ella con su cámara.   

La pequeña se giró hacía la pelirroja amiga, con una gran sonrisa.   

―Listo. Wow, quedaste hermosa. Me encanta tú sonrisa―Madeleine comentó, mirando la fotografía qué acababa de tomar.   

―¡Madeleine!, te he dicho que odio las fotografías―murmuró sonrojada.  

―¿Qué? ¿Cómo no te pueden gustar? Eres hermosa, y tú sonrisa me encanta―comentó con seriedad.   

―Eso no es verdad―rió y rodó los ojos―Sólo lo dices para que no me sienta mal.   

―No. Lo digo porque es verdad, Vanessa. Nunca te mentiría. Me encanta tú sonrisa, me da alegría.

―Para...―negó avergonzada.   

―Eres hermosa, ¿bien?―la abrazó―Y escucha, cualquiera qué diga que tú sonrisa no es perfecta, es un idiota.   

―Gracias, Mads.   

―Te quiero, nessa.     

Por favor, no dejes de sonreír. Tú sonrisa le da felicidad a mis días.   

2. Me gusta tú estatura.   

Eres simplemente adorable. No me importa si eres pequeña, para mí, eres perfecta. Digas lo que digas, eres perfecta, recuerda.   Creo que lo diré mucho, y espero y quede en tú cabeza. Porque es la verdad, lo eres.   

Me gusta cuando no puedes alcanzar los libros en la bibliotecas y buscas mi ayuda, o la de Dinah.   

―¡Mads!―Gritó Vanessa.   

―¿Qué pasa, Nessa?―preguntó la pelirroja, al llegar a su lado.   

―No puedo alcanzar esa libro―señaló la estantería, con un puchero.   

―Oh, Nessa―Madeleine soltó una pequeña sonrisa―Espera― se empinó para tomarlo, y sonrió cuando lo hizo―Toma.   

―¡Gracias! ―le dio un pequeño abrazó a la pelirroja―Perdón por molestarte siempre con esto―suspiró frustrada―Me gustaría ser más alta.   

―Oye, no me molesta― Madeleine se encogió de hombros―Además, a mi me gusta qué seas así de pequeña, eres adorable―tocó su mejilla, haciendo qué Nessa riera.   

―Te lo aseguro, si fueras así de pequeña, lo odiarías tanto cómo yo―salió de ahí, antes de la pelirroja dijera algo más.   

Odio que odies algo de ti, es...imposible. ¿Cómo puedes odiarte? ¡Eres perfecta!   Y sí, nunca me cansaré de decirlo. Eres malditamente perfecta.   Por favor, no crezcas. Te quiero cómo una pequeña bebé. Y no quiero que te importe lo que digan las demás personas, porque yo estaré para defenderte.   

Mi pequeña bebé.   

3. Me gusta tú risa.   

Tú risa. Dios, es...preciosa.   Odio cuando cubres tú boca, o intentas no reír, sólo porque te parece qué tú risa no es linda.   Sí sólo la escucharás cómo yo lo hago. No dirías aquello.   Siempre intentó sacarte una risa, porque me gusta ese sonido.   ¡Nessa, tú risa es perfecta!   Por favor, ríe más seguido. Me encanta ver cuando lo haces.   Me hace muy feliz, en serio.