----

11 0 0
                                    

—¿Qué haces ahí?- escucho una voz decir.

No digo nada, mi vista se mantiene clavada.

— ¿No me has oído?- vuelve a repetir.

Escucho su voz pero no puedo voltear, mi mente esta llena de dolor que nubla todo lo exterior.

— Por favor baja-dice de nuevo la voz.

Escucho su voz muy lejos ya que toda mi atención se encuentra allá abajo. Mi mente siempre ha sido mi peor enemiga, las voces que escucho dentro de mi cabeza me repiten una y otra vez que la culpa es mía. No puedo controlarlo es demasiado el dolor que llevo cargando.

Estos meses he estado escuchando una voz dentro de mi que siempre me dice "Hazlo, no esperes más, pronto estarás en paz". Me resistí por mucho tiempo, intenté callar las voces con la felicidad temporal que me brindaban mis amigos pero no fue suficiente. Cada día el dolor era más fuerte. Los recuerdos eran como cuchillos clavados en mi cabeza todo el tiempo. El techo era mi entretenimiento. Después la soledad toco mi puerta ya que me aleje de todos sin darme cuenta. Luego empecé a decorar mi cuerpo con líneas, no dejaba espacios y no importaba el horario. No podía dormir, las pesadillas no me dejaban ir. Continué cortando mi cabello y pestañas poco a poco por las mañanas. Después el arrepentimiento llegó sin avisar, el dolor era tan fuerte que no me dejaba llorar. Cada día que pasaba mi cuerpo se debilitaba. Reía aunque no estaba feliz, mis amigos se convirtieron en una hoja y un lápiz. Pasó tiempo y ya era el momento, mi vida quedo sin sentido desde aquel sonido, así que ya era hora de llegar a mi destino.

— ¿Quieres que llame a alguien?- pregunta la voz

Volteo mi rostro un poco solo puedo ver una sombra de reojo.

— No deberías estar aquí- es solo lo que consigo decir.

Escucho movimiento detrás de mí, así que decido ponerle fin.

— Vete ahora no creo que quieras ver lo que pasará-digo si más.

— Estoy aquí para evitarlo, por favor baja ya, tú no quieres hacer esto, yo te puedo ayudar-dice la voz con desesperación.

Había escuchado eso tantas veces pero nadie lo pudo lograr. De nuevo mi mente me transporta a los recuerdos esos que están llenos de sufrimiento que no hacen más que aumentar las ganas de querer saltar. No lo pienso más, cierro mis ojos y me dejo llevar, hasta que siento una mano jalar mi brazo, estoy colgando y sigo con los ojos cerrados.

— Te tengo, pero no creo que pueda resistir mucho tiempo-dice la voz

Por fin abro mis ojos y me encuentro con unos ojos de distinto color que están llenos de miedo y preocupación. Su mano comienza a resbalarse por mi brazo y yo no hago nada para evitarlo.

— Agárrate de mi mano, por favor, esta no es la solución, vamos, hazlo, por favor- dice la voz llena de frustración.

Mi mente no capta sus palabras mi mirada esta perdida en esos ojos azul y café. Hasta que logró verme a través de ellos, miro a una persona con un aspecto terrible llena de miedo y dolor. Mi mente por fin razona pero ya es demasiado tarde pues su mano ya está fuera de mi alcance.

El tiempo se vuelve lento, los recuerdos llegan a mi en el momento, recuerdo escuchar a mi padre por primera vez decirme "Te amo", recuerdo ganar mi primer partido de volleyball y festejarlo con toda mi familia, cuando cumplí 16 y todos cantaban "Feliz cumpleaños" a la vez, a mi madre darme de comer, a mi hermana abrazarme, a mi sobrino sonreírme, correr hacia el mar con mi mejor amigo, graduarme, recuerdo estar en un cerro muy alto mirando el atardecer rosado junto a la persona que tanto amo, pero ahora ya no está a mi lado.

Hasta que llega el arrepentimiento, mi esperanza alza la voz, mi felicidad implora otra oportunidad, que ya es demasiado tarde de dar.

Y en ese momento todo se vuelve negro.

Hola, espero que haya sido de tu agrado este texto, para algunos puede ser algo fuerte y otros pueden tener una reacción diferente. Si te a gustado por favor compártelo.

Gracias por leer.

-Camviz

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 03, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

No hay vuelta atrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora