¿Qué me pasó? ¿Por qué reaccioné de esa forma? Sin quererlo volví a lo mismo, traté mal a Shawn y no había hecho absolutamente nada que yo no permitiera.
Ese era el problema. Yo quise, lo permití. Dejé tocarme y no teníamos un compromiso de por medio.
Estaba consciente de que en los adolescentes ese tipo de cosas eran normales pero no era mi caso. Nunca tuve novio ni un amigo del sexo opuesto.
No sabía cómo reaccionar a lo que sucedía entre Shawn y yo.
Y lo que más lograba molestarme era que me sentía mal segundos después de que sucediera, era como confesarse y luego cometer el mismo pecado.
Un círculo vicioso.
No era culpa de Shawn y siempre salía perdiendo. Si bien le respondí que nada había pasado, el se dió cuenta que algo si que había pasado. Y es mi culpa.
Huí como una cobarde. Pero ¿Qué más podía hacer? Un segundo estaba encima de el, sintiéndome bien y al segundo estaba arrepentida. Me porte como una loca excitada.
Hasta me daba pena solo pensarlo.
Eres una mojigata.
Adelle pudo haberme tratado mal pero ella si vió lo que el resto no. Mis padres no me habían criado con tan poca cordura.
¿Y cómo rayos voy a hacer mañana? Podía evitar a Shawn pero ¿Cuánto duraría? Aún no conocía ni el 20% de todo el instituto, tenía clases nuevas en sitios a los que no había ido, y existía la posibilidad, de que tarde o temprano, compartiera clase con él.
Estás perdida, Jo.
Lo sé, siempre ha Sido así.
Tomé una almohada y tapé mi cara, no quería salir de nuevo. Solo recordar que mañana sería otro día de clases hacia que mi estómago se revolviera asustado.
¿Desde cuándo todo se volvió tan difícil?
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- ¡Tengan un grandioso día, chicos! -la imagen de mamá desapareció cuando todos bajamos del auto.
Nos regaló un último vistazo de su sonrisa hasta desaparecer. Luego los grandes portones del instituto se cerraron, hasta que llegaran otros alumnos.
Una brisa circuló por mis piernas, tuve que moverme para evitar temblar.
- ¿Qué clase tienen? -avancé con mis hermanos, subimos las escaleras y como una rutina aún fascinante la puerta se abrió antes de pudiéramos tocarla.
Hoy había hasta más gente que ayer, incluso ví alumnos más adelantados que nosotros en el camino a los casilleros.
- Música ¿Y tú?
- Lenguas extranjeras.
- ¿Jo?
- ¿Ah?
Oliver me repitió la pregunta- ¿Qué clase te toca?
Saque el horario de mi mochila y me fijé en el cuadro del día martes.
- Biología.
Los chicos continuaron su charla, mis pies se movían y ni cuenta me daba; únicamente pensaba en como llegaría a mis clases sin toparme con Shawn.
- Avísanos que tal te va, Jo-mis hermanos se despidieron, llegamos a sus casilleros.
Yo aún tenía que ir al mío a guardar nuevas cosas que traje.
El pasillo estaba repleto, inclusive con la cantidad de alumnos se respetaba el metro entre chicos y chicas.
Inserte la contraseña que me dieron, el cerrojo cedió abriendo el casillero. Quedaba bastante espacio, al terminar de colocar los plumones y los cuadernos, regresé mi pluma sin antes darle un beso.
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Queremos que nos quieras, Jo.
Dla nastolatkówJosephine Livingston (llamada Jo para los cercanos) tiene una misión muy importante en sus manos: Graduarse del Instituto Roosevelt y no morir en el intento por una crisis nerviosa. Para eso debe seguir estos sencillos pasos: • No llamar la atención...