INCUBO

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Park Jimin: Católico desde que tiene uso de razón, con una altura de 1.60 a sus 19 años de edad.

Jeon Jungkook: Demonio Incubo, es capaz de cambiar su forma demoníaca a una humana. Tiene una estatura de 1.90 y su edad es imposible de calcular.

Masoquismo y sobreestimulacion

Está sucediendo nuevamente. La fría brisa de la noche entra por mi ventana, cuando me aseguré tres veces que estuviera cerrada antes de meterme a la cama, no puedo moverme, y tengo mucho miedo, las blancas cortinas se mueven en compaz a las hojas del árbol que está al frente de mi ventana, pacíficamente.

Me encuentro acobijado desde mis pies hasta mi cuello, cierro los ojos sabiendo que me encuentro en un estado de parálisis del sueño, se que todo lo que suceda de aquí a que me despierte es completamente mi imaginación, no me queda más que rezar en mi cabeza "Señor, te pido que me cuidas y protejas", escucho el sonido de tambores en mis oídos, el sudor frío recorre mi frente, cuello y manos. Abro nuevamente mis ojos viendo hacia la ventana, mi habitación se encuentra un poco iluminada gracias a la luna llena que se asoma, una enorme ráfaga de viendo entra escurriendose por la ventana y el pequeño crucifijo de madera arriba de mi cama cae furiosamente a mi frente y rebota en mi nariz, el lloriqueo que suelto se queda ahogado en mi garganta al no poder hablar o emitir algún sonido.

Después de llorar internamente por el dolor en mi tabique, me concentro en la sombra que ahora habita en el pequeño balcón de mi habitación y me sobresalto, abriendo los ojos de sobremanera y las lágrimas que se habían acumulado con anterioridad por el dolor ahora caen escurriendose por mis mejillas gracias al miedo.

Cierro los ojos, "Dios mío, por favor protegeme de todo mal y peligro-" una pequeña risa se escucha y mis manos cosquillean a la hora de intentar moverlas para sostener el crucifijo que está a mi lado, pero aquella enorme sombra entra por mi ventana, y ahora se encuentra a los pies de mi cama.

-Jimin, oh bebé, puedes rogarle a tu Dios todo lo que te plazca- dice aquella sombra musculosa, la cual ahora puedo permitirme ver su rostro gracias a la poca iluminación, es joven, viste ropas negras y puedo ver sus enormes alas y cola serpenteante, estás dos últimas se esconden y aquel pesado cuerpo se sube a mi cama, hundiendola en el proceso provocando que mi respiración se haga cada vez más rápida, no puedo evitar soltar sollosos cuando aquel ser toca mi rostro con una alucinante suavidad, veo aquellas uñas largas rozar mi cuello y pasar por la pequeña nuez de Adán que apenas y se notaba.

-Eres hermoso- susurra contra mi oreja lamiendola, yo solo cierro los ojos mientras sigo rezando para despertar de este horrible sueño. No es la primera vez que sueño esto, pero está llendo más allá que las otras veces.
-Tambien eres muy dulce, joder- Está vez lame mi cuello, y juro sentir su lengua más alargada de lo normal.

-Siguele rezando a tu jodido Dios de mierda- Se burla y mi cuerpo arde en furia.

-Se que estás pensado que esto es un sueño, hermoso, pero no es así- Sigue con ese tono de voz que me incomoda al ser tan burlesco.
-Podria dejar que hablaras y te movieras, pero el día de hoy tengo planeado hacer otro tipo de cosas, así que no es conveniente que te lo permita-

"Dios, en ti confío".

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Tiemblo, después de todo es lo único que puedo hacer, y ahora es cuando me doy cuenta que no es un sueño, o eso parece, siento el frío que transmite su cuerpo, sus manos recorriendo mi torso, las cuales me provocan pequeñas descargas eléctricas.

"Para"

El simplemente levanta su rostro de mi cuello y me mira a los ojos, soltando una sonrisa que puedo definir cómo sexy, pero a la vez un poco aterradora, luego baja nuevamente a mi cuello siguiendo con su trabajo de dejar infinitas marcas moradas. Hasta que sus manos se dirigen al final de mi camisa para alzarla y dejar descubierto mi pecho, no la quita por completo.

INCUBO | KOOKMIN | O.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora