Único 只

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Zhou Zishu estaba de espaldas sobre el colchón, su cabello desplegado debajo de él, como seda negra puesta descuidadamente sobre la orilla de la cama.

Sus mejillas se han pintado con el color de los cerezos, ligeramente rosadas, con el mismo tono besando las comisuras de sus ojos llorosos y brillantes que resaltan debajo de una cortina de pestañas largas y ligeramente curvas que se amontonan una tras otra en el borde de sus párpados.

Wen Kexing está encima de él, con sus manos puestas a ambos lados de su cabeza y una de sus rodillas entre sus piernas, hay mechones de cabello acariciando los pómulos de Zhou Zishu.

Ninguno de los dos ha dicho palabra alguna, pero Zhou Zishu está sudando, el flequillo húmedo está adherido a su frente y huele bien, terriblemente dulce... Especialmente en el hueco que existe entre su cuello y por encima de su clavícula, huele a duraznos, huele a primavera y huele delicioso, la boca de Wen Kexing está hecha agua y el aliento está atorado en su garganta.  Ninguno de los dos se molestó en cambiarse la ropa una vez que cruzaron la puerta del departamento.

"Ah-Xu... Ah-Xu, hueles tan bien" susurró suavemente Wen Kexing acercándose para inundar sus sentidos con el aroma del Omega debajo de él, su nariz deslizandose sobre la piel de su cuello, en ese lugar donde su boca pica por besar, por morder, porque quiere sentir la piel estirarse en sus dientes y ver una marca roja y brillante ahí, una marca que resalte cuando Zhou Zishu decida usar camisas de cuello redondo, de modo que todos vean que ellos tienen un vínculo.

Zhou Zishu jadeó y sus manos encontraron un lugar donde aferrarse sobre los hombros de Wen Kexing, el calor está acumulado en su vientre y por todo su cuerpo.

"Lao Wen... Si no me besas ahora mismo, voy a molerte a palos" murmuró Zhou Zishu y Wen Kexing se rió en su oído.

Esta era la primera vez después de mucho tiempo en que Zhou Zishu se permitía tener a alguien consigo durante su calor, había habido personas en su cama anteriormente y después no hubo nadie, solo había problemas rondando su cabeza al punto en qué incluso las comidas diarias habían perdido su sabor. Sin embargo, ahora estaba aquí, siendo besado hasta el cansancio, con un par de labios moviéndose sobre los suyos, con unas manos amplias acunando sus mejillas mientras su lengua se enredaba con la de Wen Kexing.

"Ah-Xu... Si me dejas cuidarte ahora, entonces estás firmando un consentimiento para cuidarte toda la vida..." Dijo pausadamente el Alpha sobre él con una sonrisa suave, distinta a la usualmente llena de coquetería e insinuaciones, una sonrisa más dulce, una llena de promesas que eran pesadas en palabras pero honestas en el corazón. Palabras que no había necesidad de decir si en cambio podía demostrar sus sentimientos a través de caricias dulces y besos lentos.

Zhou Zishu no estaba acostumbrado a la sinceridad ni al tacto sútil de alguien más. No era como Wen Kexing quien a pesar de todo siempre tenía palabras para todo, sin importar si eran frases populares o poemas, pero siempre había algo que pudiese decir.

Zhou Zishu sabe que no va a encontrar ninguna palabra útil para decir, pero está seguro de que nunca va a encontrar a alguien como Wen Kexing...

A alguien que lo quiera de la manera en que él lo hace...

Y está plenamente consciente de que su egoísta corazón también sabe que no quiere a nadie más y que quiere que Wen Kexing le de todo lo que quiera darle, porque solo él puede dárselo... Solo él lo quiere de la manera en que puede hacer que su corazón se sienta más cálido.

"E incluso si me dices que no..." Murmuró Wen Kexing mordiendo el lóbulo de su oído. "Haré que te enamores de mí"

Zhou Zishu lo empujó y miró sus ojos tranquilamente; una sonrisa se asentó sobre sus labios delgados y rojizos, mancillados por los besos de Wen Kexing. "No hay tal necesidad..."

Love me like You do 【WenZhou】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora