Capítulo II: +18

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Estaba muy nerviosa, ya solo faltaba media hora para que llegara, yo estaba vestida con una falda blanca y negra a mediado de muslo y un top a juego, sandalias negras y tenía mi cabello suelto y ni una gota de maquillaje, sabía que le gustaba al natural. Había preparado unas palomitas y copiado una peli de terror, ya todo estaba listo, solo faltaba él, Max.

De pronto el timbré sonó, me di una última mirada al espejo y fui casi corriendo hacia la puerta, ya necesitaba verle, apenas la abrí y confirmé que era él me abalancé sobre sus brazos y le planté un beso de esos que dejan sin aire a cualquiera, al separarnos ambos teníamos la respiración acelerada.

Hola mi reina - dijo mientras me acariciaba la mejilla - estás hermosa hoy.

Gracias Maxi - le dije mientras veía su expresión algo irritada, odiaba que le llamara así.

Sabes que no me gusta que me llames así - dijo mientras ponía los ojos en blanco y pasaba a la casa.

Está bien mi amor - le respondí mientras le abrazaba por el cuello.

Después de un rato hablando de como había sido su día decidimos poner la peli que al final no me asustó tanto - si claro, y cuando gritabas como niñita y te aferrabas con fuerza a él no tenías miedo - cállate maldita conciencia, dije que no tenía miedo y punto. Al terminarse la peli decidimos poner otra al azar la cual terminó siendo una romántica bastante bonita, lo único malo es que había partes de pasión pura y dura y yo no podía evitar sonrojarme al pensar en que éramos nosotros.

Al cabo de unos minutos parece que Max leyó mi pensamiento porque se fue acercando a mí y empezó a besarme con tal deseo que consiguió que soltara un pequeño jadeo - menos mal que tú abuela duerme como un tronco y tus padres trabajan ehhh - sí, cállate, maldita conciencia. El caso es que los besos se convirtieron en caricias y de pronto hizo tanto calor que sentía que la ropa me sobraba, Max fue subiendo sus manos y acariciaba con sus dedos la parte interna de mis muslos, yo solo pensaba en que esto era una tortura, que necesitaba más, así que le hice una seña de que me siguiera y lo llevé a mi cuarto.

Cuando llegamos él me tumbó contra la cama, quedando encima mío y siguió besándome mientras yo notaba la dureza entre sus pantalones, mis manos fueron hacia su pulover y lo levantaron hasta quitárselo y él hizo lo mismo con mi blusa, cuando vi sus ojos noté esa mirada, esa que tantas veces me había vuelto loca, esos ojos que por el deseo se volvían negros, y yo solo pude sentir como bajaba la cabeza e iba justo hacia mis pechos, succionándolos y darme tanto placer como sólo el sabía hacerlo.

Su mano bajó a mi entrepierna y me empezó a tocar por encima de mi pantie, ya yo no aguantaba más, quería sentirlo, lo necesitaba dentro de mí, así que lo aparte y yo misma me deshice de la falda y el pantie al mismo tiempo, ahora estaba desnuda, totalmente vulnerable ante él, el único que me hacía daño y, a la vez, el único que podía repararlo.

Cuando vió cuales eran mis intenciones sacó un condón de su bolsillo, se deshizo de su ropa y se lo puso, mientras yo me acercaba y lo besaba, de ahí todo siguió como podrían imaginarlo, la única diferencia es que yo sabía que esto no era lo correcto, que él me iba a terminar haciendo mucho daño, pero aún así, no quería que Max Williams se fuera de mi vida, aunque ella, se convirtiera en un infierno.

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Ahora sí empezó la acción, espero y les guste, aunque solo soy un intento de escritora, amor y brillitoz, bye

Amor Tóxico 😈❤💔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora