SECUELA DE BREATHE
La mayoría de la gente echaba un vistazo a Billie O'Connell e instantáneamente sacudía la cabeza, ellos miraban su cabello tinturado, ropa holgada y diamantes con disgusto. Todos creían que ella no era más que un problema.
Billie...
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Un choque de relámpagos iluminó el cielo nocturno e involuntariamente, me acurruqué más cerca de Billie, que dormía y dormía.
Por mucho que sabía que la amaba y en el fondo, ella me hacía sentir segura, me encontré cuestionándome si ella sentía lo mismo. ¿Me amaba tan fuerte como cuando nos conocimos?
Esa era una pregunta estúpida, por supuesto que sí.
Estás siendo insegura, __________.
Billie claramente se estaba escapando de mi alcance y otras actividades comenzaron a tomar su tiempo.
Al principio, me convencí de que necesitaba espacio para afrontar su salud mental. Más temprano que tarde, me di cuenta de que era más que eso.
Ella necesitaba espacio de mí.
Cuanto espacio... no sé.
Cuanto más Billie empezaba a alejarse, más empezaba yo también. Pasar una mayor cantidad de tiempo a solas venía acompañado de pensamientos intrusivos. Pensamientos que nunca se me han pasado por la cabeza durante mi relación con ella.
Las dos estábamos cambiando y teníamos dificultades para adaptarnos a ello.
Ella estaba directamente a mi lado, pero me siento sola. Una sensación paralizante se apoderó de mi cuerpo; un sentimiento que me hacía frío al tocarlo.
"Te amo". Le susurré, la frase fue reconfortante de decir y me llenó de calidez.
"Lo sé". Ella respondió.
Así, me estaba congelando de nuevo.
Me tomé un momento para pensar en lo que quería preguntar, antes de separar mis labios con vacilación.
"¿Billie?".
Ella soltó un bajo esfuerzo "¿Hm?". Con voz somnolienta.
"¿Me amas?". Era una pregunta simple, que irónicamente tenía mucho peso.
Hizo una pausa, obviamente un poco sorprendida de que le preguntara tal cosa.
"Te amo incluso cuando te odio, __________, y nunca te odio". Murmuró, a segundos de caer en un sueño profundo.
Bueno, eres una mierda mostrándolo.
"Entonces, ¿Por qué no lo dices?".
Billie rodó sobre su costado para mirarme, herida por mi declaración.
"Lo hago".
"Ya no".
"Sabes que lo hago. ¿No?". Extendió la mano para rizar un mechón suelto de cabello detrás de mi oreja.
Realmente no.
"Si".
"Bien". Ella besó mi frente y juré que mi corazón se rompió en un millón de pedazos.
