¡Ahora si te conozco! [Gon Freecss x Lectora]

Capítulo 3

El interesante profesorado, primera parte

Al final mi ama acertó aunque no del todo y, en lo que si, no fue de la manera que yo esperaba.

...

—Por cierto, ¿alguien se acuerda de qué asignatura tocaba ahora?—preguntó el tutor

—Señor Wing, ¿no nos toca ahora con usted?—respondió con otra pregunta mi compañero de al lado

—No, yo solo vengo a hacerles compañía a los profesores por hoy. Voy avisando que somos pocos y que seguramente a cada uno nos toca darles más de una asignatura.

—Toca arte—soltó de la nada un niño pelimorado cuya existencia no conocía hasta ahora

—Ah... Con razón no ha llegado aún, gracias—fue lo último que soltó el mayor

Todos nos quedamos en silencio absoluto después de eso, no parecía que hubiese mucho que decir.

Pero, lo anterior era erróneo, esos silencios de biblioteca nunca duran demasiado o, al menos no en una clase por muy tranquila que sea esta.

—_____, ¿me prestas tu agenda un momento por favor? No he copiado los horarios—rompió el silencio Gon, inconsciente de ser el único hablando sin siquiera molestarse en susurrar

No parece notar cuando no es el momento de hacer algo.

—Ah sí, coge—le susurré y le deslicé la agenda como respuesta

Justo después de acabada esa acción y dichas esas palabras, alguien apagó la luz y se empezó a escuchar una risa típica de villanos de la tele.

—Holis holis—saludó un señor de manera coqueta mientras posaba al frente de todos.

Parecía un payaso, literalmente.

Unos se rieron por su presentación tan repentina, otros estaban muy ocupados estando sorprendidos por la repentina desaparición de la luz y otros solo se cuestionaban si el pálido colorido vestía genial o como un loco.

Eso sí, el silencio se fue a la tumba y nadie fue a su funeral.

—Llegas tarde—dijo de mala gana el único serio en esa situación

El que parecía estar muerto resucitó en menos de 3 segundos, creo que morirá y revivirá más que el propio Krillin.

Por lo visto, ese señor tan peculiar era nuestro profesor de arte.

No pensaba que iba a parecer pintado.

—Lo siento, estaba cuidando de mis demás frutillas—le sonrió de vuelta el colorido, daba un poco de miedo.