Capítulo cuarenta.

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Narra Liam

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Narra Liam.

—De acuerdo, vendré de seguido —me dirigí a Yoaquín.

—No, será constante la visita, te aconsejo dormir de día y encontrarnos en la noche. Tu madre no puede saber de esto.

—¿Qué paso entre tú y mi mamá?

—Algún día te lo contaré, pero es suficiente saber que ella no debe de estar enterada de esto, no me permitiría verte y esa no es una opción, llegaste justo a tiempo.

Hubo un silencio entre ambos, era difícil de asimilar la situación. Mi mente trabajaba a mil por hora, era como si cien personas me hablaran al mismo tiempo.

—Otra cosa más, no confíes en Lisandro —me miró con esos ojos cian serio, me intimidaba su mirada, pero no tanto comparada a la del misterioso chico emo.

—Cuando lo hice me llevo hasta aquí. —Observé a la distancia y mi tío estaba recostado en la arena, se alejó hace un rato.

—Yo sé porque lo digo, aun eres muy niño para entenderlo.

—¡Por favor! ¡Soy un mutante asesino sin correa y crees que estoy chamaco! —dije frustrado, lo despejado que estaba la zona me ponía alerta.

—Tienes que irte, ya es casi de mediodía, trata de no levantar sospechas, has sido un chico muy inteligente y valiente, hazles honor a esas cualidades y todo saldrá bien.

—Entonces hasta pronto. Fue un gusto conocerte, papá.

—El gusto fue mío, pequeño príncipe, agradezco a los cielos tu imprudencia, te pareces mucho a tu madre. —Me miró relajado melancólico, se veía tierno, tenía tantas preguntas que hacer, pero todo a su debido tiempo.

—Mi madre es una mujer muy sabia e inteligente, dudo que sea imprudente —lo mire con seño fruncido mientras nos acercábamos para que mi tío me llevara a mi casa.

—Cuando yo la conocí era la muchacha más impulsiva, rebelde y bipolar de todas, de allí provenía su imprudencia, creo que eso era lo que más me gustaba de ella.

¿Así era mi mamá? Ahora entendía porque ella sabía lo que pensaba o como me sentía, ella fue como yo.

—Ya veo... ¡No te escaparás de esta conversación!

—Nunca, nos vemos mañana, Liam.

—Hasta mañana.

Habíamos llegado donde estaba el chico emo parado para llevarme, otro largo y frustrante viaje por venir...

—Cuando estés a punto de perder el conocimiento de nuevo, recuerda que los humanos somos superiores a los animales y a su vez a su propio instinto, ten cuidado, las transformaciones son recurrentes por la noche. —Sonrió de boca cerrada.

No respondí, solo sonreí de lado y comencé a seguir a mi tío.

—Te dije que Jay no era tu verdadero padre.

Mi vida a tu lado #2 [TERMINADA✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora