Aquella dimensión donde se corría el rumor acerca de un beta con increíbles metodologías de satisfacción era un lugar de mala muerte y una pocilga por cualquier lugar que se viera podía contar a alcohólicos, drogadictos y personas que podían parecer inconscientes pero que en verdad estaban muertas.
Un lugar terrible y espantoso, uno donde nunca hubiera buscado o indagado de su paradero, pero aquel rumor surgía de ese lugar y tenía que investigarlo y llegar a aquel beta del cual muchas de sus antiguas y malas amistades hablaban.
Esperaba que no se encontrara en ese lugar pues no era de su agrado en lo absoluto, pero todos sus "amigos" daban la misma descripción que le erizaba la piel: lindos ojos y cabello castaños, una piel en extremo suave y clara y la cereza del pastel, un peculiar aroma a pesar de ser beta. Aquella descripción recabada por todos ellos hacían una sola imagen en la mente del demonio rojizo.
Un pequeño mal oliente y desahuciado motel, se acerco a quien parecía ser el recepcionista de aquel sitio, un hombre que parecía poco importarle lo que sucedía, se acerco y este lo miro de arriba hacia abajo, examinándolo simplemente sin importancia, para después soltar una irónica risa.
— Debes venir por aquel beta ¿no es así? — antes de que pudiese contestar o preguntar algo, volvió a hablar — Esta en la habitación 2C, segundo piso. La puerta siempre esta abierta, pero no se si te atenderá esta con dos alfas desde el día de ayer, aparentemente los iba a ayudar con su celo — el hombre camino hacia el interior de lo que sería la parte trasera de "la oficina".
Aquello no le agrado en lo absoluto, las palabras del hombro y de la manera despreciable en como se dirigía a él lo hacían enfurecer, dio media vuelta y comenzó a subir por las escaleras hasta el dichoso segundo piso, la habitación estaba a pocos metros de él y las feromonas alfa en el aire eran asquerosas y asfixiantes, cubrió su nariz y boca con su mano tratando de evitar las nauseas. Caminaba en dirección a esa habitación donde le habían dicho que se encontraba.
Quería y al vez no que se tratara de él, por que de esa manera finalmente lo encontraría, pero también deseaba que no, pues todo lo que le habían dicho sería verdad y el coraje de saber que muchos más lo habían tocado era exorbitante. Rogaba que si se trataba de él sus celos y la furia no se apoderaran de él y lo llevaran a hacer algo de nuevamente se arrepentiría. Tomo el picaporte de la puerta y lo giro poco logrando que la puerta ciertamente se abriera, la abrió poco y una inmensa ola de feromonas lo ataco haciéndolo gruñir un poco por el detestable aroma, la abrió más y logro divisar el terrible interior que se escondía entre esos cuatro muros, la ira lo consumió y se abalanzo sobre los alfas que había en el interior.
Había ganado fama en poco tiempo, los clientes le abundaban y exorbitaban y aquello que no creía posible sucedió, él no lo creí posible pues le había dicho que eso no sucedería nunca más, que se habían encargado de aquel problema como lo llamaron aquellos hombres que en vez de amarlos los odio.
Podía lidiar con omegas y otros betas, pero lidiar con alfas le era casi imposible, las feromonas masivas, la brusquedad y la manera en como usaban su cuerpo no era bueno para él, para ellos, pues el tener a otro alfa en su interior le provocaba unas inmensas nauseas y repulsión, la marca en su cuello dolía y ardía cuando lo hacía. Sentir las feromonas ajenas lo asqueaban, la única manera en que lograba atender a los alfas era consumiendo una mínima cantidad de cualquier droga, pero aquello dejo de ser opción en cuanto comprobó aquello a lo que se negaba.
Estaba esperando a un cachorro.
Desdé que se entero limito sus servicios a simplemente usar su boca y su manos, algunas otras partes de su cuerpo, pero ya no atendía alfas. Y aquella visita inesperada por parte de ellos lo hicieron temblar, verlos frente a la puerta de aquel lugar y esa ancha sonrisa al verle no eran buenas, no mostraban felicidad o amor, simplemente perversión. Había tratado de cerrar la puerta, pero antes de que pudiese acerco uno de ellos tomo una de sus manos y la torció un poco dando oportunidad al otro para que abriera la puerta y así entraron.
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Te traeré de vuelta mi omega
FanfikceCONTINUACIÓN DE "MI OMEGA ERES TÚ" Después de aquella pelea todo quedo hecho un desastre, especialmente aquel alfa. ¿Qué es lo que haría ahora él solo con dos cachorros? Han pasado meses desde lo ocurrido, pero el dolor y el sentimiento de perdida y...