Amor de psicópatas© [Completa✔️] #PGP2023

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Daniela Harrison

Puedo observar de reojo el rostro tensado de Marcus; ha estado así desde que le pedí que ayudaramos a Matthew a salir de aquí.

¿Celos? Quizá; no lo sé.

De hecho le quedan bien esos pantalones; se ve muy sexi.

Suelto una pequeña risita y el me mira. —¿De qué te ríes?

—De tus pantalones. —admito y me mira con los ojos entrecerrados.

Los demás enfermeros y trabajadores nos miran raro; creo que es obvio pero Marcus solo le da una falsa sonrisa.

—Es este. —señalo la puerta blanca de la habitación de Matthew.

—No tengo una llave. —frunce el ceño.

—Usa esto. —le doy una de mis presillas del cabello y el bufa.

Comienza a abrir la puerta y yo observo para que no nos atrape alguien.

La verdad es que los trabajadores de aquí no son muy inteligentes; no está bien dejar los pasillos solos.

Tenía pensado escaparme sola; nunca pensé que Marcus vendría por mí; pero al verlo en esa habitación de pie frente a mí con sus ojos azules; esa sonrisa arrogante y su ceño fruncido mirándome me quedé en shock.

Honestamente quería salir de aquí rápidamente así que no lo pensé dos veces para aceptar venir con él.

Pero; quiero sacar a Matt de aquí; no soy de preocuparme por absolutamente nadie pero él; me ha hecho compañía todo este tiempo y eso hace que no me sienta tan sola.

—Daniela; ¿Que haces aquí? —pregunta el chico Peliazul confundido cuando entro a la habitación.

—Vámonos. —es la única palabra que pronuncio.

—¿Vámonos? ¿A dónde? ¿De qué hablas? —comienza a preguntar y yo suelto un suspiro desesperado.

—Solo; vamos ¿Si? En el camino te explico. —todavía su mirada es confundida y lo es aún más cuando ve a Marcus.

Ahora no estoy para presentarlos; lo haré luego.

Marcus Miller.

<<<Joder>>> paso mis manos por mi cabello porque estoy jodidamente desesperado.

No tenía planes de sacar a otra persona de aquí.

Ya Rebekah me ha mandado unos cinco mensajes preguntando por qué me tardo tanto.

Veo a los enfermeros pasar y siento la puerta tras de mí abrirse dejándome ver a Daniela y a un chico con el cabello azul.

Es una pulgada más alto que yo; de facciones finas y su ceño es fruncido como si no entendiese nada de lo que acaba de hacer su amiga. Sus ojos marrones me analizan de arriba hacia abajo detenidamente.

—¿Quién es él? —le pregunta a Daniela refiriéndose a mí.

—No tengo tiempo para presentarlos así que vamonos ya.

Estoy confundido por la actitud de Daniela pero la ignoro.

Observo que no venga nadie y empezamos a caminar hacia el baño dónde fui.

Llegamos allí; y nos cambiamos ya que cuando Rebekah entró dejó el maletín con ropa ahí.

Puedo ver el cuerpo de la enfermera todavía en el suelo.