El joven Villareal resultó ser mejor exponente de lo que los presentes esperaban. El muchacho tenía un carisma y presencia deslumbrante. Logró incluso cautivar a la audiencia de mayor edad que creía que la ausencia del Sr. Villareal sería sinónimo de una conferencia fallida y empatizó rápidamente con la mayor parte del público presente-que naturalmente eran personas de un rango de edad similar a la suya- prometiendo que los convenios entre "Dreams" y "Moon Light" serían un parteaguas significativo para ambas empresas.
Durante la ponencia, Diana se encontraba nerviosa. La presencia del muchacho la había tensado desde su presentación. La joven estuvo todo el tiempo al borde de su asiento, reclinaba su espalda hacia atrás de vez en cuando y movía sus dedos haciendo que sus uñas se golpearan levemente unas con otras. No deseaba que sus compañeros notaran su inquietud, pero tampoco pudo centrarse del todo en la presentación de Eric.
Pasaron al horas y al terminar la presentación, el maestro de ceremonias anunció que llegaría la ronda de preguntas y solicitó a los presentes que los que lo desearan podían alzar la mano para darles la palabra y pudieran cuestionar al ponente.
Diana no lo pensó mucho, sabía que no iba a participar y evitaría el contacto de cualquier forma con Eric. Su mente guardó calma un momento luego de analizar la situación y optó por relajarse para seguir su plan discretamente. A decir verdad, Diana no sabía lo que quería hacer exactamente, y había optado por evitarle simplemente porque aún se encontraba en shock, aún así, muy dentro de ella había algo que le incitaba a hablarle al muchacho para averiguar si él la recordaba de algún lado.Algunos espectadores comenzaron a alzar sus manos cuando el maestro de ceremonias dió la indicación, entre ellos se encontraba Aurora, quien ansiosa por conocer más sobre los proyectos.
—¡Aurora!—la llamó Diana en tono de susurro—¿Participarás?
—¿Por qué no?—cuestionó extrañada Aurora.
Para ese entonces, Diana cayó en cuenta de que no tenía caso evitar que Aurora participaara en la ronda de preguntas, pues su amiga no tenía nada qué ver con la razón por la que Diana deseaba evitar a Eric y tampoco deseaba explicarle su situación. Por lo que pensó rápido y respondió al cuestionamiento de la chica.
—Oh, bueno. Es que, quería saber si podías acompañarme al baño. Pero no te preocupes, iré sola. Creo que unas cuantas personas ya se levantaron. Aprovecharé, no te preocupes.—decía mientras ponía su mano en el hombro de Aurora para evitar que esta se parara.—Vuelvo en un rato.
Y luego de esto, se levantó y caminó por la orilla tratando de no llamar la atención y saliendo con unas cuantas personas que también se dirigían al baño.
Llegando al tocador, tuvo tiempo de analizar su comportamiento; ¿Era correcto lo que estaba haciendo?. Y mucho más importante; ¿Por qué lo hacía?
Bueno, las respuestas a estas preguntas se hallaban en el pasado de Diana, más precisamente en su etapa de preparatoria, donde en resumidas cuentas, no tuvo encuentros afortunados con el joven Villareal sintiéndose culpable y avergonzada de aquello que no pudieron hablar.
Diana tenía muchos sentimientos a flor de piel, pues por un lado estaba algo ansiosa y desesperada pero había una pequeña sensación de felicidad y nerviosismo en aquella cara familiar.
Justo cuando estaba a punto de regresar al auditorio, recordó que aún no llamaba a su madre o a Pablo, por lo que procedió a tomar su teléfono y marcar primero a su madre para informarle que "Todo iba en orden y las futuras actividades eran muy interesantes". Parecía que Diana había controlado su nerviosismo hasta que su madre cuestionó:—¿Y de qué trató su primera conferencia?
Diana se tensó. Empezó a rebobinar para intentar enlazar algunas ideas que había escuchado al aire y crear algún concepto que pudiera ser creíble para su madre.
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Las Piezas Que Nos Faltaron
RomanceDiana es una joven de 25 años cuya estabilidad laboral, emocional, sentimental y económica le basta para tener una vida convencional. Sin embargo, sucesos conectados con su pasado llegarán para hacerle ver que nadie tiene la felicidad asegurada y qu...