Capítulo 17: Convéncete

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Sé que tú quieres de esto
Sin que se entere el resto
Y ya no tengo tiempo
Ya se fueron tus amigos, me podrías dar un beso
Y si es solo eso

💭

Estaban en la cama del menor, no saben en qué momento o cómo, pero se habían abrazado y de un momento a otro ya estaban recostados, con Yuri apoyando su cabeza en el pecho de Otabek. El moreno cubrió a ambos con una manta, todo era paz y tranquilidad en la habitación, el silencio era interrumpido solamente por la respiración tranquila de ambos. Estaban despiertos, pero no podían hablar.

Otabek pensaba en Mila, inevitablemente. Yuri divagaba en su mente, viajando entre Jean y otras cosas, como el ballet.

Ambos se sorprendieron cuando Canela llegó hasta ellos, caminando sobre Yuri para luego llegar al kazajo, comenzando a lamer su rostro. Otabek sonríe y acepta gustoso la atención, mientras que Yuri observa indignado tal escena. Se levanta de golpe y mira ceñudo a su mascota, tomándola en brazos para luego dejarla en el suelo, haciendo reír a Beka.

— Es mi gata. —Otabek le sonríe a Yuri, viendo su rostro haciendo berrinche.— Yo soy tu gato.

La risa estridente del moreno molesta a Yuri, quien frunce el ceño inevitablemente. Otabek se detiene al ver su expresión, sabiendo por experiencia propia que no era bueno hacer enojar a Plisetsky.

— Entonces tendrás que lamer mi rostro.—Otabek sonríe de lado, provocando un sonrojo en Yuri, quien hace una mueca.

— Asqueroso.

Otabek mira embelesado al chico frente a él, acercándose con cautela, tomando su rostro entre sus manos ásperas. Yuri Plisetsky era tan distinto a él, todo en Yuri era perfección y suavidad, sus ojos eran hermosos, su cabello sedoso y su cuerpo poseía una belleza inexplicable. Podría pasarse toda una vida perdido entre los tonos verdosos y azules de Yuri, sus ojos eran una obra de arte, y sus labios, oh sus labios, eran el dulce que le gustaría probar por el resto de sus días.

Estaban sentados el uno frente al otro, Yuri podía sentir su corazón desbocado, incomodándole. Sin previo aviso, se puso de pie y rebuscó entre el desorden de su habitación, pasaron unos minutos hasta que lo encontró, el disco que Otabek le había dado. Quitó un poco de ropa que había sobre el mueble, poniendo el cd en el reproductor y escuchando las primeras notas de She's american. Sus labios dibujan una sonrisa mientras vuelve a posarse frente a su amigo, acariciando la piel morena de su rostro.

Yuri hunde sus dedos en el cabello oscuro de Otabek, él por su lado acaricia los hombros del menor, acercándose lentamente hasta que siente sus respiraciones mezcladas, viendo los ojos verdes de su amigo, pidiendo permiso. Yuri sonríe, uniendo sus labios con los de Otabek, moviéndolos lentamente, un simple roce que los mantiene juntos por largos minutos. El moreno introduce su lengua, repasando cada detalle con esta, escuchando un ruidito por parte de Yuri. Se separan sin prisa, con una sonrisa en el rostro.

Yuri se recuesta nuevamente, siendo seguido por Otabek. Altin deja su cabeza en el pecho del rubio, este le abraza contra él y acaricia su cabello, con calma. Continúan así por unos largos minutos, en la semi oscuridad del cuarto de Yuri, donde solo una lámpara ayudaba a que pudiesen verse, Otabek mirando fijamente los labios de Yura, quien seguía la letra de la canción en silencio, susurrando.

And if I believe you, Would that make it stop if I told you I need you?

Antes de dormirse, Otabek se ubica sobre Yuri, llenando su rostro de besos cortos, desde sus párpados hasta sus labios, entre sus mejillas y sus pómulos, sobre su pequeña nariz. Luego vuelve a recostarse sobre él, abrazándolo con fuerza, sin separarse en toda la noche.

Hijos Del Peligro [otayuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora