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En la película se veían dos mujeres desnudandose simultáneamente, tanto que le producía un desagradable sentimiento de anacrotismo, de una vejez que no solo era el paso del tiempo, si no una manifestación de obsolencia que el no podía tolerar, por qué él no era un objeto de museo, sino el propio Sasuke Uchiha,
Príncipe de Transilvania.
¡Rey de los muertos vivientes!
¡Señor de la noche oscura!...... Él no merecía la trivialización de su persona; el no tenía por qué ser objeto de banalidad, sino de amor.

En ese momento, la visión de su amada en la pantalla se convirtió en un hecho casi religioso para él, ella jugaba con la otra mujer los roles que se le iban presentando con naturalidad, dando y recibiendo el placer con una capacidad de autosuficiencia asombrosa, disfrutando de sí misma en cada una de sus acciones. Una mujer haci se encontraba también más allá de lo natural, no era un ser humano cualquiera y merecía disfrutar de las más intensas pasiones, igual que él mismo.

Aquella mujer de largo cabello rosa se parecía mucho a quien había sido su segunda esposa, aunque él no lo había reconocido hasta que se puso a coquetear directamente con la cámara, lo que significaba mirar de frente al espectador, aquello le produjo una sensación de excitante intimidad; mientras la otra mujer le golpeaba con un pequeño látigo, pero ese castigo parecía fingido.
" YO LO HARÍA CON MUCHO MAS FIRMEZA", pensó Sasuke, aumentando con ello su excitación.

Para él, la última década había sido un verdadero parteaguas en la historia de la humanidad, por lo menos de una parte que él había experimentado personalmente, y sobre todo en lo que a él más le importaba: El sexo y la violencia; las expresiones actuales eran inusitadas para él; en los siglos pasados la pornográfia ni era más que una serie de imágenes insultas de desnudos y posturas que caían en la vulgaridad; en su larga existencia nunca antes había tenido la oportunidad de entretener sus largos ocios con este magnífico material, en el que la crueldad y el erotismo se mezclaban con tal maestría. Todo esto era verdaderamente emocionante para él; aunque se tratara de meras actuaciones delante de la cámara de cine.

Por lo menos en el caso de su admirada Sakura Haruno, esto tenía un gran encanto, pues ella era castigada una y otra vez sin que por ello perdiera su frescura y su belleza; más aún, durante su fingida tortura ella parecía disfrutar intensamente y eso aumentaba su atractivo a niveles de sublimidad.

PORNORAMA.  ( TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora