Madeleine CrovettoSi me pidieran describir Mónaco lo haría en dos palabras: lujos y fiesta. Las calles llenas de autos últimos modelos, los habitantes que visten ropas caras y bolsas de diseñador, es algo normal que vemos día a día.
Las calles de Mónaco son tranquilas, caminar te trasmite ese amor por la cuidad; las personas que siguen su rutina hacen que te cuestiones si esto es una realidad o simplemente está pasando en algún sueño, o película.
La música suena en mis audífonos, a lo lejos veo el mar. Ese mismo que me gusta desde pequeña.
Al llegar a casa note un silencio muy particular, el mismo silencio que disfrutaba. Me gustaba estar mirando algún punto fijo sin decir nada, lo encontraba muy relajante. En casa pocas veces había este ambiente; mi hermana Bella siempre gritaba o hablaba, papá por su parte siempre estaba pegado al teléfono arreglando asuntos del hotel.
Mi tranquilidad duro poco, se escucharon risas y voces que provenían de la entrada, los dos traían comida en manos.
—Me encanta la comida China —hablo Bella. —Oh, Madeleine, pensamos que seguirías ensayando.
—¿Y porque compraron comida si ayer hice?
—Tu hermana quería comida china —No era novedad saber que bella siempre es y será la más consentida de las dos. —Aun así, pedimos unas hamburguesas que no tardarían en llegar.
Cuando mi madre dejó a mi padre él se empeñó en hacernos felices a mi hermana y a mí, siempre está trabajando y trata de darnos lo mejor posible a las dos. Comer en familia es una de mis actividades favoritas durante la semana, estar aquí contándonos algunas cosas que nos pasan día a día me hacían pensar que estos momentos de la vida son de verdad los que se llaman felicidad.
—Necesito que las dos me ayuden. —habló mi padre. —En unos días habrá una fiesta muy importante, vendrán algunos socios de Fórmula 1, por lo que he tratado de reunir a todo el personal.
"Necesito que las dos me ayuden en algunos aspectos en el hotel, Bella te necesito como organizadora y a lo mejor hasta decoradora. en cambio, a Madeleine te necesito como bailarina."
Ninguna de las dos comentó nada, sabía que aun debemos asistir ya que es nuestro deber ayudar a mi padre.
Aunque las dos ya somos grandes por así decirlo, siempre tratamos de ayudar en todo lo que podamos a nuestro padre y en algunas ocasiones Bella y yo solemos estar bastante tiempo en el hotel.
—¿Reconsiderarás la propuesta de irnos de vacaciones? —cada año hacemos unas vacaciones familiares, los tres en algún lugar del mundo y olvidándonos de todos. pero esta vez fue diferente ya que mi padre consideró que a lo mejor no tendríamos vacaciones familiares.
—Si me ayudan puedo que lo considere.
Las dos soltamos un pequeño grito de emoción, tendríamos que ayudar en esa noche de la fiesta para poder irnos de vacaciones.
[...]
Me encontraba en la oficina cuestionándome si de verdad quería ir a bailar, hace unos minutos termine mis informes y los mande. Mis ojos se sentían cansados y parecía que el café ya no hacia efecto en mí.
Mis padres, desde pequeñas a mi hermana y a mí, nos llevaron a clases (pintura, deportes, baile, natación hasta Karting) siempre trataron de enseñarnos que tenemos muchas cosas por delante y que, aunque no seas bueno en algo, puedes ser mejor en otras 10 cosas. Cuando descubrí la danza árabe me pareció un mundo diferente al mío, desde los 9 años estaba enamorada de esa hermosa cultura; al cumplir los 17 años papá nos llevó a Marruecos, la cuna del saidi (mi fusión árabe favorita). Hasta la fecha me gusta bailar, a veces suelo bailar en las fiestas importantes del hotel de mi padre. Otras me gustan practicar y suelo ir a seminarios y concursos de baile.
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𝐌ó𝐧𝐚𝐜𝐨 | 𝐒𝐞𝐫𝐠𝐢𝐨 𝐏é𝐫𝐞𝐳 |
FanfictionConcluida Solo quiero regresar el tiempo, yo se que para volver ya es tarde y nuestro plan nunca fue quedarse, no se si habrá una segunda parte, Pero si algo nos quedo fue todo lo qué pasó en Mónaco. 𝑰𝒏𝒔𝒑𝒊𝒓𝒂𝒅𝒂 𝒆𝒏 𝑴ó𝒏𝒂𝒄𝒐; 𝒍𝒂𝒈�...