💌Capítulo 17💌

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—¿Lo conseguiste? —fue lo primero que me preguntó Axel al verme salir por las puertas del teatro —

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—¿Lo conseguiste? —fue lo primero que me preguntó Axel al verme salir por las puertas del teatro —. ¿Se te subió la sangre a la cara o qué? —dijo en un tono jocoso admirando mis mejillas ruborizadas.

—¿Te quedaste sin neuronas o qué? —le pregunté con molestia —. ¿Por qué le dijiste a Greyann que lo estaba buscando? ¿No pudiste preguntarle por el contacto ni bien lo encontraste? —reclamé con obviedad. Capaz si Axel se lo hubiera pedido, yo no estaría sintiendo semejante vergüenza. Estoy segura que hubiese preferido sin saber que dormí en la casa de Greyann y, como si fuera poco, estando ebria.

—Como sea ¿conseguiste el número?

—Sí, falta contactarlo... —Inflé mis mejillas, analizando lo difícil de la situación.

Estando en casa, me dispuse a dejarle un mensaje con el número de Andy a Rodrigo. Creo que es justo que él se encargue de ello, yo ya sufrí lo suficiente con pedírselo a Greyann.

Debería comenzar a realizar ejercicios de relajación cada vez que venga a la pastelería; ver dos días seguidos a Stefany, es un poco estresante

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Debería comenzar a realizar ejercicios de relajación cada vez que venga a la pastelería; ver dos días seguidos a Stefany, es un poco estresante. Principalmente por su rapidez con la que hace las cosas. Suele regañarme porque simplemente me tardo en colocar el chocolate encima de la dona y las chispas, mientras que ella lo hace en menos de cinco minutos. No lo afirmaré en frente de ella, pero es buena en todo esto de la repostería.

—¿Cómo les va a mis dos chicas favoritas? —Sonó la campana de la entrada, anunciando la llegada de Freddie.

Stefany estaba decorando unos cupcakes, en tanto yo sacaba los dulces de sus paquetes y los colocaba en otro frasco transparente.

—Bien —respondí y estiré mi brazo para alcanzarle uno de los caramelos que tenía esparcidos en la mesa y que tenía que ordenarlos y organizarlos.

—Bien estresada —comentó Stefany limpiando algunas manchas de colorante que habían caído sobre la mesa.

—Tranquilízate, Stefany. Siempre haces las cosas bien, aunque estés bajo presión. —Freddie tomó un respiro mirando hacia arriba como si estuviera intentando acordarse de algo —. ¿Recuerdas cuando eras pequeña? Querías estudiar gastronomía o repostería.

P.D. Simplemente te amo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora