Promesa || Nanami x Chica Panadera

Capítulo Único

Puede que fuera una corazonada, o tal vez sólo su intuición; pero de cierta manera sabía que él no volvería cuando le dijo allí mismo que lo haría. ¿Era una señal la pesadez que sentía en su pecho? ¿O cómo podía saber que, antes de despedirse, no podría volver a verlo?

Esa tarde, su cabeza se inundó de múltiples pensamientos a medida que seguía haciendo su labor en la panadería. Ella quería creer que él vendría a la tienda, le sonreiría como lo hacía cada vez que este la veía y luego planearían encontrarse de nuevo después del trabajo. Eso era lo que más anhelaba y el hecho de recordar su última conversación la tranquilizaba de alguna manera.

No deberías preocuparte. Volveré.

Es una promesa, ¿verdad?

Si así lo quieres, sí.

...

Los días trascurrieron en su mayoría con normalidad, pasaron dos semanas desde esa promesa. Ya era de noche en la ciudad por lo que apenas era visible gente paseando cerca de la tienda. Rara vez tenía clientes durante el horario nocturno, pero como todo trabajo siempre quedaba algunos deberes antes de poder irse a casa. En la trastienda, la joven panadera pudo escuchar la pequeña campana de arriba de la puerta de entrada sonaba notificando que alguien había ingresado al local. Ella se mostró entusiasmada de inmediato, dibujó una sonrisa en su rostro para darle la bienvenida a quien más ansiaba ver en ese momento. Podía asegurarlo por su forma de caminar que solía delatarlo e incluso bromeó una vez con él sobre eso, además ella difícilmente lograba equivocarse.

Cuando caminó hasta el mostrado pudo sentir que toda su felicidad se esfumaba como si nada. Se encontró con un cliente habitual que simplemente buscaba comprar algo antes de que la panadería decidiera cerrar sus puertas. Su pequeña ilusión de encontrar a su amado frente a sus ojos, listo para saludarla, se deshizo en segundos. Eso la desanimó un poco, de verdad esperaba verlo, pero al menos esa noche logró terminar a tiempo e irse a casa temprano para descansar.

Aunque pasaron las horas, los días y las semanas, ella continuó esperándolo, pero Nanami nunca regreso.