Un Rolex y un tipo duro

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Dani se negó a ir a empeñar el Rolex y casi no pude dormir.

Como podía ser tan cabezota? Necesitamos el dinero y es la forma más fácil de conseguirlo.

- Coco necesitamos el dinero del Rolex.- es lo primero que le digo en cuanto veo que abre los ojos. Su hermano se ha ido al alba sin decir nada.

- Si, pero tiene que acompañarnos mi hermano. Porque no tienes el ticket, verdad?- se ríe, creo que piensa que lo he robado y en realidad no se equivoca- en los sitios donde nos lo pillarian si vamos solas nos meten 2 ostias y a correr, ni reloj ni pasta. Necesitamos guardaespaldas.

- Tu hermano no quiere saber nada ni de mi ni del Rolex.

- Confía en mi, no sabe decirme q no.

Nos sentamos frente al Mercado.

Coco me cuenta que su hermano va cada día al alba para ver si necesitan mozos para cargar la mercancía. Le pagan una miseria y curra como un burro, pero es lo que hay.

Nos ve enseguida y viene hacia nosotras. Le veo por primera vez a la luz del día.

Lleva un gorro calado hasta las cejas y compruebo que tiene los ojos verdes como su hermana.

La mandíbula marcada, cuadrada, como esculpida en piedra, la nariz ligeramente torcida, una cicatriz en el labio inferior. Y Que labios!! Madre mía, me cuesta un triunfo apartar la vista de su boca. Se da cuenta, él tampoco me quita ojo, aunque no sé si me da el visto bueno.

- Si dejas de mirar a mi amiga como un gilipollas- los dos la miramos al oírla y nos ponemos rojos como un tomate- y me haces caso entenderás que o nos acompañas o vamos solas. Si nos dan de ostias será tu culpa.

Por supuesto accede a ir con nosotras. Puede que sea un tipo duro y grande pero su hermana pequeña hace lo que quiere con él.

No sé lo que esperaba, que nos dieran un precio justo?

Nos despachan con 250€ como un favor. Salgo de ese antro furiosa.

Sin demostrar que no es robado, sin certificado de autenticidad. Aunque el tío sabe que lo es, sino nos hubiera despachado con 10€.

- Ya tienes tu dinero - me escupe Dani dándome la pasta sin mirarme a la cara.

- Os lo dije ayer. Esto es para todos, no quiero ser una carga. Buscaré trabajo... Pero no puedo volver a la pensión, este dinero nos será mas útil a los tres.

Al final acepta, gracias a Coco que está entusiasmada y a que creo que le doy un poco de pena.

Supongo que podemos acostumbrarnos el uno al otro. El buen humor de Coco nos lo hará mas fácil.

Dani tiene 20 años que parecen 40. Su mirada dice que ha visto y vivido demasiado para su edad y yo me siento una niña tonta cuando me mira.

Apenas soporto sostenerle la mirada a esos ojos verdes que no se parecen a ningunos que haya conocido antes.

Te encontré en el infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora