SECUELA DE BREATHE
La mayoría de la gente echaba un vistazo a Billie O'Connell e instantáneamente sacudía la cabeza, ellos miraban su cabello tinturado, ropa holgada y diamantes con disgusto. Todos creían que ella no era más que un problema.
Billie...
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Me recosté pacíficamente sobre el pecho de Billie, sus brazos alrededor de mí, como si tuviera miedo de que me escapara de ella y nunca regresara.
Juntas, no teníamos sentido del tiempo ni del espacio ni siquiera de la realidad.
Solo éramos nosotras.
En nuestras pequeñas cabezas inocentes, éramos las únicas personas en el planeta.
Cuando estaba con ella, todo estaba bien en el mundo.
Sin sufrimiento, sin dolor, sin más llanto.
Estábamos en paz.
"__________". Susurró débilmente.
Tarareé, mis ojos felizmente cerrados, escuchando el sonido constante de los latidos de su corazón.
"Mírame, __________".
Levanté la cabeza y miré sus pálidos ojos azules.
Estaban llenos de nada más que admiración; ella era pura.
Ella no estaba desgarrada, traumatizada o frágil.
El iris de sus ojos se arremolinaba con deleite y enamoramiento.
"Te amo". Una sonrisa tiró de la comisura de sus labios. "Te amo más que a la vida misma. Si Dios es real, te garantizo que eres exactamente lo que él quería que todos en este mundo de mierda reflejaran. Eres un ángel, cariño".
Ella se inclinó y tomó mi rostro con sus manos suaves y suaves y me besó.
Cuando Billie se apartó, continuó sosteniendo mi rostro, mirándome mientras acariciaba mis pómulos.
Me incliné hacia su toque.
Ella negó con la cabeza lentamente, comenzando a sonreír más ampliamente como si no pudiera creer lo que estaba justo frente a ella.
"Si no eres tú no es nadie, nadie".
El mundo a su alrededor se volvió confuso y ella era lo único en lo que podía concentrarme.
De repente, abrí la boca para hablar pero no salió nada.
Estaba congelada.
Justo antes de que surgiera un horrible ataque de pánico, un sonido irritante y repetitivo llenó mis oídos.
Mi despertador. Sobresaltada, lo apagué rápidamente y miré hacia el techo, tratando de procesar mi sueño extrañamente realista.
