Único.

80 9 0
                                    

Bueno. Cuando estada escribiendo "Hime" hay una escena que quería poner, iba ir luego del encuentro con Lacaille, pero al no poder hacerlo, decidí  cambiarlo un poco y publicarla como un shot aparte, mas no la pude alargar. Ummm. Y ya, espero les guste. 

Dejo en parte una pequeña dedicatoria y agradecimiento a CamiloNavasAlvear Por apoyar mis fic heteros,  y porque creo que el fue el único que de verdad leyó  completo el fic pasado. Gracias de verdad.

///////////////////////////////////////////

"¿Sabes? Cuando una persona que te importa esta en medio, es difícil mantener promesas por mas fuertes que sea"

Algo que Sísifo le dijo antes de partir en donde se encontraría con Mine, no ha pasado mucho desde que se reencontraron y por coincidente Cid derroto a uno de los dioses del sueño, cosa que pocos humanos han hecho.

Suspiro, en eso momento estada sentado a su lado. Ella quería ayudarle, había perfeccionado sus técnicas como maquina de pulir en la espada junto a él, ahora que estada libre del sueño eterno en que estuvo solo tenía que practicar y desempolvar su cuerpo en el combate. Pero, el santo de capricornio no quería ponerla en peligro nuevamente en contra de espectros, le pidió que se quedara apartada, que viviera lejos de eso.

Ella tampoco quería aceptarlo. Según sus palabras dejarlo solo era algo que no deseada luego de los hechos recientes.

De ahí en silencio que se instalo entre los 2 apenas llegaron donde Mine quiso que hablaran, la luz de la luna, las luciérnagas y la caja donde la Cloth de Capricornio estada custodiándolos era lo único que los iluminada esa noche larga.

El capricornio no dijo nada, solo se quedo mirando el su reflejo en el agua cerca de ellos, pensando de mas en las cosas, y en esa frase que su amigo le dijo, estada casi seguro que se refería a su sobrino al momento de decirlo, y estada seguro que fue con él, no sabía o estada tan enterado de cómo eran ellos, solo sabía de Ilias el medio hermano de su amigo y de su muerte, dejando a Regulus a solo hasta que Sísifo volvió con él, nunca quiso incomodar a su amigo o ser metiche en algo que le concernía de más, en parte a Sísifo no parecía querer tomar mucho el tema.

Bueno, de cierta forma, podía comparar algo de eso en este momento él con Mine. No quería ver a quien considera más que su amiga muerta otra vez, aunque no lo dijera o no lo demostró en su momento, eso fue un hecho que le dolió, y le impacto a verla otra vez.

- Cid... - La princesa susurro, dejando caer su mano sobre su hombro llamando la atención del santo dorado. - Estas muy ido. Se supone que quería hablar contigo.

- Lo lamento, pero me es un poco difícil esto. Como santo considero que llegar a morir por mi lealtad es un honor, como arma que se exige hasta llegar a su límite. Pero no quisiera involucrarte, yo... - No siguió, de sus labios broto un suspiro, cansado, frustrado, más de lo que quería admitir.

- Creo que entiendo a lo que te refieres. Pero te recuerdo que yo soy débil, en las tierras de mi padre puede que me hayan prohíbo cualquier acercamiento con un arma, pero aquí no. Te puedo ayudar más de lo que creerías.

- No te estoy despreciando, ni dudando de tus habilidades, se que están a nivel de muchas Saint Femeninas. Luego de Phobertor, siento que lo mejor... Para los 2, es tenerte a salvo, tú me importas.

- Entiendo a lo que te refieres. - Le sonrió, sujetando su rostro en sus manos pálidas un momento, quedando con los ojos centrados en los del otro, reflejadas sus pupilas en la luz de la luna y el agua.

Estada dispuesto a morir, pero no quería que ella lo hiciera, por lo menos salvarla pudo, no quería que sea en vano.

Y sin pensarlo mucho los 2 se besaron. Desde hace rato, estada claro para los 2 que su relación no era solo amistad o respeto, solo una oportunidad como esa necesitaban.

- Te amo. - Dijo él. Se sentía bien luego de tanto querer hacerlo. Otro beso se vieron, esta vez más largo, quedando de forma lenta uno sobre el otro.

De forma lenta sus labios se encontraban, sus cuerpos se acariciaban, entendiendo lo que pasaría y lo aceptaron sin problemas. En sus cuerpos una creciente ola de pasión se llenada, encontrándose los 2 entre mas la ropa lentamente abandonada sus cuerpos permitiendo tocarse entre ellos.

- Ven. - Cid se paro, sujetando su mano y llevándola al lago donde procedería a hacerle el amor. El agua no eran tan profunda llegando solo a sus caberas por lo tanto no les sería tan difícil, tapando sus gemidos entre sus labios al momento donde sus 2 palpitantes sexos se unieron, manchando el agua con la sangre de ella, terminando desapareciendo en el agua.

Al estar parados era un poco más complicado, el movimiento de Cid era lento debido a eso, pero aun con eso excitante entre la calidez de su cuerpo. Esto parecía escenario de cuento, donde 2 amantes se procesaban amor en su vida trágica, o cuento de primer amor, puede que lo sea.

- ¿Te sientes bien?

- Si, solo duele en poco. - Le dijo, sus cabellos estaban sueltos enredándose en su cuerpo ligeramente mojado y tapando su pecho, ligeramente agitado entre el fuerte pecho lleno de cicatrices del capricornio. - Tú también me importas. - Susurro, teniendo la atención de Cid. - Se que la muerte es algo inevitable en una guerra, no me alejare totalmente de ti, pero te estaré esperando al momento de esta acabar.

- Mine, yo no puedo...

- Eso lo entiendo. No tienes que decirme más.

Cid no dijo nada ni respondió, solo la abrazo, fuertemente entre sus brazos, dejando su frente sobre la de ella, suspirando un momento antes de pararse, cargándola y llevándola a un borde acostándola sobre el saco negro de su traje y terminando allí su acto. Ninguno dijo nada luego de eso, solo se quedaron abrazados, recuperando el aliento, el santo de capricornio acariciada de forma lenta la espada de la mujer. 

Filo de oro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora