Un movimiento a mi lado me hace preguntarme donde estoy hasta que recuerdo lo que sucedió anoche. Con cuidado de no despertar a mí acompañante me levanto de la cama, voy al baño hacer mis necesidades y a tomar una ducha, luego de un par de minutos unas manos en mi cintura me sobresaltan para luego voltearme y quedar de frente al chico guapo que me encontré en el bar ayer.
-¿Cómo amaneces preciosa?- Su voz ronca por la falta de habla me saca de mis pensamientos. Enrollo mis brazos alrededor de su cuello y acerco mi boca a la suya de manera que cuando hablo mis labios rozan los suyos.
-Muy bien cielo - Le respondo antes de que su boca impacte con la mía en un beso apasionado, su lengua busca la mía y le concedo la entrada soltando un suspiro de placer, sus manos que antes estaban en mi cintura ahora se encuentran masajeando con deseo mis glúteos para luego impactarme contra la pared de azulejos que decora el baño, enredo mis dedos en su cabello jalándolo fuertemente y en respuesta el frota su polla contra mi sexo.
Me separo de sus labios con la respiración agitada y los labios hinchados por la magnitud del beso para juntar su frente con la mía, lentamente desenredo mis piernas de su cintura para después voltearme y quedar de espaldas a él.
- Tiene que ser rápido cielo- Le digo mientras abro un poco las piernas y me inclino en la pared dándole una buena vista de mi trasero y mi sexo deseoso. Siento su respiración acelerada y sonrío internamente al saber el efecto que causo en él.
-Seré tan rápido como quieras preciosa- dice y acomoda su polla en mi entrada y me penetra de golpe, sus embestidas nos son lentas ni suaves. Son rápidas y con fuerza como me gusta.
-¡Ahhhh!- Gimo fuerte cuando me jala el cabello y aumenta la fuerza de sus embestidas, siento sus labios en mi cuello y ladeo mi cabeza para darle mejor acceso al mismo tiempo que sus manos atrapan mis pechos acariciándolos sin contemplaciones aumentando el nudo de placer que se forma en mi vientre.
-Me pasaría todo el puto día dentro de ti- susurra con la voz ronca por las emociones acelerando sus embestidas y retorciendo mis pechos entre sus dedos haciendo que mi espalda se arquee por el placer que semejante hombre me brinda.
Un gemido de frustración se me escapa cuando sale dentro de mí y me gira pero no pasa mucho hasta que lo siento invadirme de nuevo y gimo fuertemente a causa del placer, mi mente se queda en blanco incapaz de procesar el placer que se dispersa por mi cuerpo.
Un par de minutos después siento un escalofrío recorrerme de pies a cabeza, la respiración se me acelera, mi ritmo cardiaco aumenta y un calor en mi vientre me hacen saber que mi orgasmo está cerca, mi reacción es mover mis caderas con las suyas y llevar unas de mis manos entre nuestros cuerpo y estimular mi clítoris con movimientos rápidos, recobro la conciencia y me preparo para el fuerte orgasmo que se avecina arqueando mi espalda y apretando las piernas en su cintura, el movimiento errático de sus embestidas me informan que está llegando al final también, así que mientras mi mano estimula mi clítoris beso su cuello, nuestro cuerpos tiemblan y se sacuden, mi vista se pone borrosa, con una explosión en mi vientre, el sonido de nuestros cuerpos chocando, nuestros gemidos y jadeos que se pierden en las cuatro paredes, mi cuerpo explota en un orgasmo que me arrasa la mente dejándome en un estado en que no soy capaz de pensar nada.
El agua tibia y algo suave pasándose por mi cuerpo me trae a la realidad, estoy en la bañera con mi espalda recostada al pecho del hombre que tengo de acompañante, siento mi cuerpo cansado así que me recuesto en su pecho fornido y me dejo hacer.
Momentos después siento algo suave debajo de mí y a alguien abrazarme, pero me siento tan cansada que se olvida que tengo que trabajar y respondo gustosa el abrazo.
-Descansa preciosa- escucho que me dicen.
-Descansa cielo- Respondo antes de entregarme a los brazos de Morfeo.