El espíritu de Annie

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Una pareja muy feliz, Annie y Saúl. Son novios desde hace ya unos 6 meses y Saúl ama mucho a su novia. La llena de regalos, la lleva a lugares muy elegantes y siempre trata de estar el mayor tiempo con ella. Se la pasa todo el día con su novia, se aleja de sus amigos, de su familia y se comienzan a preocupar por él. Aparte, siempre que lo veían tenía moretones en el cuerpo. Y cuando le preguntaban el repondía más confundido aún. "No sé como me lo hice, tal vez me habré golpeado sin saberlo"

Cierto día, cuando Annie salía del trabajo tiene un horrible accidente de coche el cual le termina costando la vida. Saúl entra en una profunda tristeza y se aisla aún más de sus seres queridos. Los ángeles vieron esto y empiezan a conversar.

- Norma, ¡mira, un humano! No veo uno desde que descubrieron América.

- Yo tampoco, parece joven, de unos 20-25 años.

-¿Por qué estará tan triste?

-No lo sé, y no nos incumbe. Recuerda que no hay que meterse en la vida de los humanos.

-¡Voy a hablarle!

-¡Romina, no lo hagas!
Y Romina baja a la casa de Saúl, Norma fustrada dice:

- Genial, ahora tengo que seguirla y ver que no se meta en problemas.-
Entonces Norma también bajó hacia donde estaba Saúl.

Mientras, él estaba en la cama muy triste y desolado. El teléfono suena, es su madre que lo llama para consolarlo. El responde:

-Hola ma', ¿cómo te encuentras?

-Bien hijo, escuché lo de tu novia. ¿Cómo te sientes?

-Muy mal mamá, Annie era el amor de mi vida, mi luz. Me siento muy mal sin ella.

-¿De verdad? Claro que murió y es muy lamentable. Pero... me han contado cosas no muy buenas sobre ella.

-¿Cómo qué?- Pregunta Saúl confundido

-Bueno, me han contado que suele ser muy enojadiza, que se enoja por todo. Además, me han dicho que ella era una abusiva.

-¡Claro qué no!- Exclama Saúl enfadado- Ella no era una abusadora. Era muy amable y bondadosa y siempre estaba feliz. ¡Todo eso es mentira! ¡Son unos mentirosos!

-Hijo, ¿sabías qué todo esto me lo contaron tus amigos?

-¿¡Y qué!? ¡Eso no evita que sean unos mentirosos!

-Hijo, ¡cálmate!

Entonces Saúl tira bruscamente su teléfono contra el piso y lo rompe. Èl se tira en el piso y se empiza a lamentar de haberlo tirado. De repente, la habitación comienza a brillar y aparece un hermoso ángel. Tiene el cabello rubio y ojos oscuros como la noche. Es Romina, Saúl asustado dice:

-¿¡Quién o qué eres y de dónde has salido?!

-Hola humano, soy Romina, un ángel y he venido a ayudarte.

Nuevamente la sala camienza a brillar  y aparece otro ángel. Esta tiene piel morena y ojos también oscuros. Es Norma, ella le dice enfadada a Romina:

-Romina, vámonos, no tenemos nada que hacer aquí. No debemos meternos en la vida de los humanos y mucho menos dejar que nos vean

-Pero este ya nos vió

-Entonces habrá que matarlo, nadie puede saber de nuestra existencia

-¡Por favor, no lo hagan!- exclama Saúl asustado- !No le diré a nadie que las vi! ¡Lo juro!

-Ya cálmate, nadie va a matarte, es solo Norma exagerando como siempre

-No exagero, ¿sabes qué eso dicta el reglamento verdad?

-Sí, sí, como sea- dice Romina con indiferencia- Como decía, yo soy Romina. Soy un ángel y voy a ayudarte

- Soy Saúl, ¿y... por qué me ayudarías?

-Porque no soporto verte tan triste y desanimado. Ahora dime que sucede para poder ayudarte

-Bueno, mi novia murió ya hace unos días en un accidente automivilístico. Me he sentido muy mal desde entonces.

-¿La amabas tanto?

-Más que a mi propia vida puede decirse

-O sea... que de ser necesario... ¿morirías por ella?- Pregunta Norma algo desconcertada. Saúl asiente y ella algo preocupada habla con Romina.

-Romina, no creo que sea muy buena idea ayudarlo. Se nota que no está bien de la cabeza

-Cualquier humano moriría por la persona que ama. ¿Acaso no has leído Romeo y Julieta?

-Si, varias veces. Pero las épocas han cambiado, y si lo lees con detenimiento te darás cuenta de la gran dependencia emocional que tenían uno del otro. Este humano parece que también tiene una especie de dependencia emocional por ella.

-¿Y? Voy a ayudarlo igual, bien de la cabeza o no, este humano necesita ayuda.

-Sí, pero de un psicólogo. Aparte, si nos descubren con este humano nos mandarán directo al infierno.

-Si nos descubren diré que tu nunca quisiste entrometerte en la vida personal de este humano, incluso que me intentaste detener. Así que, tu tranquila, yo nerviosa.

-Bueno Saúl, tengo la solución a tu problema.

-¿Cuál?

-¡Te devolveré a tu novia!- Dijo Romina muy alegre. Saúl y Norma se quedaron sorprendidos, y Norma pregunta:

-¿¡Cómo vas a hacer eso!? Somos ángeles poco poderosos, no puedes devolverle la vida a alguien.

-Físicamente no, pero en espíritu sí

-¿Qué?- Pregunta Saúl más confundido todavía.

-Te traeré a tu novia, pero en espíritu. Podrás verla, tocarla, hablarle, pero solo tú lo harás. Las demás personas no podrán verla, así que yo tú no hablo con ella en público antes de que te tachen de loco-

-¡Muchas gracias! ¡Se lo agradezco mucho! ¿Cómo puedo pagarle?

-Tranquilo, será suficiente con que no le cuentes a nadie de nuestra visita, y dime. ¿Cómo se llama la chica? ¿Qué edad tenía antes de morir? ¿Cómo luce?

-Ella se llamaba Annie Peña López, tenía 23 años y era de piel blanca, algo tostada, hermosos ojos verdes y cabello marrón oscuro-

Como por arte de magia Romina hizo aparecer un aparato parecido a una tablet, esta tenía información de cada persona que murió. Escribió un par de cosas y dió con Annie, pero al ver su perfil Romina y Norma se quedaron estupefactas.

-¿De verdad quieres que ella regrese?- Pregunta Romina -Creo que es mejor muerta que viva.

-¡Claro qué quiero que ella regrese! ¡Es mi novia, el amor de mi vida! Siempre será mejor que esté a mi lado... aunque solo sea en espíritu.

-Bueno, si tú lo dices- Entonces, empieza a recitar unas palabras en otro idioma. La habitación vuelve a iluminarse, y aparece Annie. Pero ahora en vez de caminar, flota, y se ve algo borrosa. Ella y Saúl se miran por un instante y próximamente se dan un apasionante beso.

-¡Qué bonito es el amor!- Dice Romina maravillada contemplando a los jóvenes.

-Sí... el amor entre locos- Replica Norma.

-Annie, ¡creí que nunca te volvería a ver!- Dice Saúl muy feliz.

-Igual yo- Y se vuelven a dar otro beso, con lágrimas en los ojos.

-Bueno Saúl ya tenemos que irnos, y recuerda, si me necesitas tan solo di mi nombre 3 veces

-¿Cómo con los fantasmas?

-Algo por el estilo

Y los ángeles desaparecieron tan rápido cómo llegaron. Ahora Saúl tenía a su novia de vuelta, pero como espíritu, solo él podría verla. Veamos cómo siguen las cosas

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