- Edgar, no seas marica.- habló Colette bastante irritada, ya había esperado demasiado a que el chico se dignara a tocar dicha puerta.
- C-Colette..¿estás segura que le va a gustar?.- preguntó casi tartamudeando el de bufanda.
- ¡Pero claro!, además, es solo un regalo de agradecimiento, no creo que sea necesaria su opinión.
Después de mencionar aquello Colette recibió una mirada de furia por parte de su conpañero, quien en esos momentos llevaba una pequeña cajita entre sus manos, acompañada de una muy linda flor.
- No creo que sea buena idea...
- Muy tarde Edgarsito, ya estamos aquí y no hay vuelta atrás.-respondió entusiasmada ante su estremecido amigo.-ahora, ¿ya sabes lo que vas a decir?
- N-no, b-bueno sí.
- ¡Perfecto!.- brincó la chica levantando ambos brazos de alegría.- ahora solo toco la puerta y- dijo entusiasmada mientras rápidamente levantaba un brazo para tocar la puerta de dicha residencia.
-¡Espera!.- exclamó el chico intentando evitar que su compañera hiciera tal acción, pero fue en vano, Colette ya lo había echo.
La chica salió casi al instante corriendo del lugar dejando a un Edgar al borde de estallar en terror.
Sudaba frío, no sabía que hacer, quería correr pero sus piernas no le reaccionaban, solo quedó ahí, como esos chiwawas que no dejan de temblar.
Rezaba por que dicha entrada no se abriera, pero uh-oh.
Escuchó el sonido del picaporte, siendo manipulado desde adentro, y entre esos segundos que le restaban, su corazón latía al por mil.
- Me las vas a pagar Colette...- susurró, pues una vez más, su obstinada amiga se había salido con las suyas.
La entrada se abrió y de ello, se dejó ver a la luz Byron, quien al salir de la puerta, JODER se veía como un dios, o algo aún más hermoso. Edgar se derretía por dentro y no dejaba de repetir la palabra "sexy" en su mente. Estaba perdido en aquellos ojos, y esa vestimenta DIOS MÍO.
¡¿Dónde quedó tu heterosexualidad Edgar?!
Estaba claro que guardaría esa escena en su mente de por vida.
Pero era hora de pisar tierra.
Reaccionó de inmediato al sentir la mirada confundida de Byron, quien aún esperaba alguna palabra o acción del chico.
Edgar no podía articular alguna palabra, literalmente estaba al borde de salir corriendo, pero tenía que ser fuerte.
- ¡e-es para tí!.- habló para luego agachar la cabeza avergonzado y extenderle el pequeño obsequio.
Byron pasó su vista por la pequeña caja, y luego de ello al rostro de Edgar. Pudo notar lo ruborizado que estaba en esos momentos.
Le pareció tierno.
- Chico, es muy lindo volverte a ver. - hizo una pequeña pausa para captar la atención de su acompañante.- y..m.gracias por el obsequio, no tenías el por qué.
Edgar sintió como el mayor tomaba agarre de la pequeña caja, y ahora se arrepentía de no haberle dado algo más grande o bien decorado, pues no era un experto forrando obsequios y simplemente le dió weba.
- ¿no quieres pasar?.- preguntó, para luego de ello esbozarle una cálida sonrisa.
Edgar miró hacia atrás, buscando con la mirada a su compañera, quien en esos momentos se encontraba asintiendole descontroladamente desde un arbusto cerca de la casa.
- claro..- respondió algo ansioso, no había pensado lo debido su respuesta.
El mayor habrió paso ante el chico y el mencionado entró con los hombros encojidos.
El chico observó nuevamente dichas caracteristicas que llevaba el hogar del albino, nada había cambiado casi nada en enrealidad.
- carajo, ahora qué voy a hacer?.- pensaba el peli-negro mientras sentia el silencio cada vez más incómodo.
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Oda, porfin qctualize este libro que ya lo tenía abandonado, voy a volver a actualizarlo no sé cuando pero será lo mas próximo posible c:
Ya actualicé en bodess_r Con dibujitos bonitos lajsksjskhd
Yamevoy chau, los tkm
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