Raro

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Erick.

-Y bueno mi amor ese fue mi día de hoy-Sonreí mientras seguía cepillando el cabello de Ali-Siento que ya estás un poco mejor aunque aún no sé porqué no despiertas-Suspiré-Aunque a la vez...no sé cómo vayas a tomar lo de la pierna...eso me preocupa bastante-Cepillaba delicadamente su cabello, era el momento que tenía antes de que le volvieran a poner la venda en la cabeza-

-Erick...-Escuché la puerta abrirse y ver entrar a Mariana-Ya se terminó la hora de visitas-

-Claro-Sonreí a medias y me puse de pie-

-Por cierto-Me dijo cuando me acerqué a ella-El doctor necesita hablar con la madre de Alicia-Hizo una mueca-

-Yo le avisaré...¿Puedo saber para qué?-Pregunté confundido-

-Mira Erick...se supone que no debería decir esto pero tú y Savannah son los únicos que al parecer se preocupan más por ella-Sonrió con nostalgia-Lo que sucede es que Alicia no presenta ninguna mejora... prácticamente lo único que la mantiene con vida es esa máquina-

-No estarán pensando en...-Dije con temor-

-Es que ella no puede seguir así-Me dijo cabizbaja-

-No, ella va a despertar...yo sé que me escucha-Dije rápidamente-No voy a permitir que la desconecten...-

-Erick...-Suspiró-Yo tampoco quiero eso  pero la única responsable aquí es su madre, la señora Renata-Se encogió de hombros-

-Es que sé perfectamente que ella no dudará un segundo en decirle al doctor que la desconecte...-Dije muy temeroso-

-Mira...lo que podemos hacer es que aún no le digas nada a la señora Renata...y seguir esperando alguna reacción positiva de parte de Alicia-Sonrió-¿Te parece?-

-Eso es más que perfecto, Mariana-Le di un cálido abrazo-Muchísimas gracias en serio-

-No hay de que-Nos separamos-Vas a ver que Alicia volverá a la normalidad porque tengo que conocerla-Reímos-

-Y así será-Suspiré-Entonces mañana nos vemos a la misma hora ya sabes después de clases-

-Claro que sí y te avisaré cualquier cosa-

-Muchas gracias otra vez y hasta luego-Le dediqué una última sonrisa y salí de la habitación de terapia intensiva-

Ya era casi media noche y mañana tenía clases en la universidad muy temprano, me daba mucho miedo la posibilidad de que desconectaran  a Ali pero eso si que no lo iba a permitir, es el amor de mi vida y prefiero cualquier otra cosa antes que verla muerta.

Tomé mis cosas y salí del hospital, hace un rato Savannah ya se había ido también, ella le ayudaba a Mariana a mantener aseada a Alicia, mientras que Renata viene ocasionalmente y se queda poco tiempo, sólo aparenta el papel de la madre perfecta.

Joel ya no ha vuelto desde esa primera y por lo visto última vez al igual que Kennedy, realmente los que estamos siempre más al pendiente somos Savannah y yo, mi familia y Christopher también vienen a verla más o menos seguido pero no diario como nosotros.

Me despedí de las personas que conocí en este piso del hospital, todos me animaban diciendo que mi Ali iba a despertar muy pronto y yo confiaba en que sí, salí del hospital y subí a mi auto para ir a casa a descansar, mi vida se había convertido en universidad y hospital nada más.

Sentía que mis padres querían que me resignara pero yo simplemente no puedo hacer eso, la esperanza siempre es lo último que muere.

Después de unos minutos de trayectoria llegué a casa y como siempre las luces ya estaban apagadas, estacioné mi auto y bajé para entrar a mi casa, fui directo a mi habitación y me dejé caer sobre la cama, estaba muy agotado y casi todos mis días eran así, sólo esperaba ver de nuevo sana a mi Alicia, eso era lo que me motivaba y de cierta manera hacía que no me rindiera.

Nunca Te Olvidaré |E.B.C.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora