Un Destello de paz | [TERMINADA] |

Capítulo 3 (2/2)

Tarde pero aqui esta la otra parte, igual es bastante corta, y tal vez sea prácticamente lo mismo que la anterior pero con la perspectiva de Wyatt.

Espero les guste.
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[***]

Wyatt

Mire la hora, 8 minutos pasaban de la hora clase; la prefecta recién avisaba que no tendríamos clase porque el gato de la profesora había enfermado, por lo que la misma había salido de “emergencia” al veterinario.

Sin embargo, aún no podíamos retirarnos, no hasta que fueran 15 minutos después de la hora clase, esto por reglamento, para avisar a los demás que llegasen tarde, - una regla absurda, por cierto -.

Habían pasado ya los 15 minutos así que salí del aula, baje una planta y justo al dar la vuelta para continuar a las escaleras, soy empujado y caigo de espalda al piso con quien sea que choco conmigo, sobre mí.

Al principio aturdido parpadeo, cuando estoy por maldecir al imbécil distraído, la miro; sus brazos a los costados de mi rostro, mirándome con algo de confusión.
Por un segundo admiraba sus ojos marrones y el mechón de cabello rebelde que cubría su rostro, pensé el recogerlo detrás de su oreja, pero en cambio me abofeteé mentalmente y la hice a un lado para así ponerme en pie.

¿Qué diablos estás pensando? Es solo una niñata boba, que se la vive distraída, se choca contigo siempre y recién se han dirigido palabra.

Estaba molesto por mis pensamientos anteriores y por haber caído al piso junto a ella, por lo que pregunte.

- ¿Es que nunca te fijas por dónde vas? – la vi cruzarse de brazos y mirar sus manos sobre sus piernas.

- Disculpa… llevaba prisa… no te he visto a tiempo – dijo cabizbaja, comenzando a recoger lo que había salido de su bolso, me puse a su altura y le ayude con lo que le faltaba, al final le pase el bolso y tendí mi mano para ayudarla a levantar.

- Bien, si tuviéramos clase ya hubieras tenido un retraso de 15 minutos – dije más tranquilo esta vez, note como al estar de pie apoyaba mal, pero lo deje pasar en ese momento.

- Gracias – dijo una vez coloco su bolso en la espalda - ¿Qué quieres decir con “tuviéramos clase”? – esta chica sí que hacía preguntas obvias.

- Emma, veo que las preguntas obvias son parte de ti – me burle un poco y note algo disgusto en su rostro.

- Si, si, como sea, y lo tuyo es evitar las respuestas – soltó molesta y miro a otro lado.

- ¿Acosadora, te has molestado? – seguí burlón, a lo que me fulmino con la mirada – Bien, ya entendí, no estas de humor. El tuviéramos es porque no tenemos clase hoy, la profesora ha tenido que salir de emergencia, su mascota está enferma – le explique con pausas para que no hubiera más preguntas.

- ¿Su gato se enfermó? – levanto una ceja y yo solté una carcajada.

- En verdad no lo haces a propósito, ¿Cierto? – volví a reír, negué con la cabeza – Si, Emma, su gato está enfermo – le hablé como si le explicase un problema a una niña pequeña.

- Deja de reír – me fulmino con la mirada, yo solo seguí sonriendo.

Finalmente me despedí con un movimiento de cabeza que ella pareció no notar, bajando las escaleras recordé que la vi apoyar mal, por lo que creí que no podría bajar las escaleras.

Espere en la planta debajo de donde ella estaba, si pasaban mas de 5 minutos y aun no bajaba, tal vez la ayudaría.

Y así fue como antes de los 5 minutos ella grito mi nombre, asiéndome sobresaltar, no esperaba me llamase, - No vayas, déjala ahí, que ella se las arreglé por si sola - pensé.

- ¡Wyatt! ¡¿Puedes ayudarme?! – sin embargo, tras su grito dejé pasar unos segundos y comencé a subir las escaleras con molestia por contradecirme. 

- Sabía que no podrías caminar, te vi apoyar mal cuando estabas de pie – dije molesto por lo tonto que era lo siguiente que iba a hacer.

- ¿Estas molesto? Mira si no quieres ayudarme, bien, solo pido que por favor le pidas a la enfermera venga a por mí – comentó a la defensiva y se cruzó de brazos.

- Sube –me giré, baje 2 escalones y le di la espalda indicándole subiera en ella.

- ¿Qué? ¿En tu espalda? No, no, no. ¿No sería mejor si solo me ayudas a apoyar mi brazo en tu hombro? – parecía sorprendida, se negaba a subir a mí espalda. 
- Por Dios Emma… sube o me iré y te dejare aquí, llevo prisa y si vamos como dices tardaremos una hora en bajar 4 pisos – comenzaba a exasperarse, al final pareció pensar mejor las cosas y accedió, con mi ayuda subió en mi espalda – sostente sin ahorcarme, por favor – le pedí con paciencia al sentir sus brazos con fuerza alrededor de mi cuello, ella coloco sus brazos mas flojos y colgando de mis hombros.

Para verse tan delgada, debo admitir que pesaba un poco y sería algo difícil bajar cuatro pisos con ella y mi espalda lastimada, pero no había otra opción, lo haría de una u otra forma.

- ¿Pides las cosas por favor? Wow – dijo con fingida sorpresa y yo solo suspire.

- Sabes que puedo dejarte caer e irme, ¿Cierto? – sonreí con malicia, ella se aferró a mis hombros con fuerza.

- No, disculpa, me callo – y así continúe bajando escalón por escalón con ella quejándose de que caeríamos si bajaba rápido.

Finalmente llegamos a la enfermería, la deje ahí y me fui a resolver unos asuntos pendientes esperando no recibir de nuevo la paliza de la última vez.

[***]

Emma

Finalmente, en casa.

- Hasta luego Emma, paso mañana a recogerte para ir a la UP – ese fue Bastián despidiéndose de mi sacudiendo su brazo en el aire a lo lejos en el coche.

- Hasta luego Emma, nos vemos en clase – Alice se despidió de mi en el portal de mi casa, con un abrazo corto; al fondo se escucho el claxon del auto de Bastián y el gritando que dejaría a Alice si no se daba prisa - ¡Ya voy Sebastián! – grito molesta Alice.

- Hasta pronto Alice – reí junto a ella, cuando los vi alejarse hasta perderlos de vista, fue ahí cuando entre a casa, esperando no estuviese nadie en ella, por lo temprano que era.

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