Capítulo 37.

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Erin Loughty.

Con pesar empiezo a abrir mis ojos, intentando enfocar la visión. La luz del sol entra por las ventanas, no sé por qué le gusta dejar las ventanas a veces sin persianas, es tan molesto. Suspiro y observo el cielo a la distancia. Me giro y me encuentro con el rostro relajado de Nick.

—¿Qué hora es? —le pregunto, sé que no está durmiendo.

—Más de las ocho.

Lo detallo un momento antes de clavar mi vista en el techo de su habitación— ¿Recién llegas?

—Sí, hace pocos minutos. —Nick estira sus brazos, provocando que partes de su cuerpo traqueen— Hace mucho que no venías a dormir a mi habitación.

—Mi cama otra vez es incómoda.

Nick se ríe y me abraza— Extrañaba esto, el ser los inseparables.

—Este año solo fue el entrenamiento, Nick. Ahora sí vamos a saber lo que es estar verdaderamente separados. —él alza un poco su cabeza, buscando mi mirada— Felicitaciones. He visto la carta de ingreso.

—Oh. —musita y vuelve a acomodar su cabeza en la almohada— Erin...

—¿Por qué suenas melancólico? Parece que yo soy la más feliz por la noticia. Alégrate más, Nick, dale la noticia a toda la familia.

—Si te preocupa el quedarte sola no deberías ni pensarlo. Erin si tú quieres irte de aquí, yo estaría feliz de que me acompañes.

—Quiero irme. —él sonríe— Pero no contigo. —me rio cuando su sonrisa se desvanece— Yo no voy a estudiar sistemas, así que ni intentes persuadirme para que entremos al mismo edificio.

Dobla su brazo y apoya la cabeza en la palma de la mano— ¿Qué sucedió anoche? En la mañana de hoy luces diferente.

No vas a querer saberlo...

—Siento que tienes cosas en mente.

—Un par, sí.

—Te escucho.

—Me gusta lo que hace mamá, me desenvuelvo bien y me gusta como otros aceptan gustosos mis recomendaciones. ¿Puedes ayudarme con eso?

—No entiendo.

—¿Puedes ayudarme a armar un plan donde tenga que estudiar o cosas así? No soy muy experta en estas cosas, solo no quiero pedirle a mamá que inmediatamente me de empleo, quiero formarme.

Nick sonríe— Haré las averiguaciones, trocito.

—Ten en cuenta que quiero mudarme, no tiene que ser al otro lado del planeta, pero si un lugar en el que no pueda regresar tan fácil al Royal, quiero alejarme de este vecindario por un tiempo.

—¿Por qué?

—Porque llevo años en los que mi vida solo ha girado en torno al Royal y los vecinos. Quiero algo diferente para los siguientes años.

—Te lo tenías muy guardado.

Todo surgió anoche. Anoche fue la primera vez en la que sentí que quería huir de mi vecindario.

No me he olvidado de lo que hice después de terminar con Sebastián. Solo no tengo mucha cabeza para eso y sinceramente no tengo cara para pararme frente a Alexander y hablar sobre mi comportamiento. No sé cómo he terminado en su casa, haciendo eso. No me arrepiento, siempre me ha gustado la forma en la que todo es mejor cuando su cuerpo acoge al mío o el mío al suyo. Supongo que me encontraba abrumada, enojada, triste, cualquier excusa interpondría, pero quizá quería callar la voz de Sebastián en mi cabeza. Cree que soy la puta de cualquiera pues me gustaría reiterar que solo se lo he hecho a alguien una vez y fue alguien que me encanta y mucho.

Mi vecino del RoyalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora