Homicidio Fallido//Jeremías

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(Perspectiva de Jeremías antes del secuestro)

Señor aquí está su traje.
Gracias Leo puede retirarse, no hay vuelta atrás es momento de comenzar esta farsa.

Terminé de pomerme el traje azul oscuro, fui al jardín, mi prometida se acercó frívola: ¿Que se supone que haces?, ese traje lo debes usar mañana, ¿oíste? M A Ñ A N A, vete a cambiar ahora inepto.

-No soy tu maldi... Es mi culpa lo siento señorita interrumpió Leo llevandome de nuevo al camerino antes de que se me escapen verdades.

Mire joven su padre me encargó estrictamente que cuide su vocabulario con su futura esposa, de esta boda depende toda la compañía.

-Lo se, gracias por recordármelo pero es que es tan desagradable...
Iré por el traje blanco vaya quitandose la ropa me decía él saliendo de la habitación.

Mientras me quitaba lentamente el saco pensaba. No queda de otra, mis "padres" son dueños de mi vida, ese maldito favor es muy difícil de pagar.

Me quite la camisa y Leo tocó la puerta.
- Joven traigo su atuendo.
-Sí, pasa.

Él puso la ropa sobre una silla pero en cuanto se reincorporó bastó un pestañeo para que su rostro quede totalmente desfigurado a la par perdía la vida frente a mis ojos.

Una chica entró por la ventana, llevaba un arma en la mano por ende supuse que era la asesina.

¿Tú lo mataste pregunté?, me amenazó con el arma mientras me daba la orden de dejar todos mis documentos de identidad en el saco del cadáver, la obedecía sin pensar.

Bien ahora ven conmigo dijo, la seguí hasta un coche, me dejó subir en el asiento del copiloto lo cuál me pareció raro al ser un secuestro.

¿Esto es un secuestro? Pregunté.

-No, yo no secues... Sabes qué sí, es un secuestro ahora cállate dijo ella.

-Bueno gruñona dije sonriendo, cualquier cosa que impida mi matrimonio con esa rubia oxigenada me ponía de buen humor.

La chica que me llevaba no parecía una secuestradora, no me amenazaba a cada rato o pedía dinero, de hecho era agradable hasta puso música en la radio.

Nos alejabamos cada vez más, por cierto me llamo Jeremías Blackwood aunque si te mandaron a secuestrarme seguro ya lo sabes.

Ella parecía sincera contestando: Mh... No, digamos que soy nueva en ésto.
Reí ante su comentario: puedo notarlo. Me preguntó el porque rapidísimo.

-He participado en muchos secuestros pero jamás me dejaron ver el camino hasta el lugar del secuestro, menos conservar el celular.

No podía observar su expresión de los lentes oscuros y la peluca rubia pero parecía ofendida, era bastante graciosa pero más que un secuestro yo podía ver esta situación como una salvación momentánea.

-Bueno tal vez sea mala en ésto pero, ¿porqué luces tan felíz? Me preguntó ella.

Observé por la ventanilla, decidí por primera vez decir lo que en realidad sentía: Cualquiera que haya evitado mi casamiento con esa chica insoportable tiene mi agradecimiento.

-¿Era pesada?, volvió a preguntar, uff... Muchísimo, respondí sin dudarlo.

Hogar dulce hogar manifestó mi secuestradora; Me agrada que esté apartado de todo dije mientras ella entraba a la casa.

Los alrededores eran puro campo, casi en frente se encontraba un lago lleno de pecesitos me sentía libre estando atrapado. La escuché llamarme desde adentro, obedecí ante su llamado.

La casa por fuera era muy rústica pero por dentro lo tenía absolutamente todo era bastante parecida a la mansión en la cuál acostumbraba a vivir.

Entré a lo que parecía la sala de estar y la vi, ella se quitó el disfraz, era hermosísima tanto que sin querer la contemple en silencio, quería captar cada detalle, su cabello negroazulado le llegaba hasta las caderas, su piel era blanca con un par de lunares, sus pestañas eran largar resaltando así esos ojos azules, mi mirada cayó en sus labios cuando...

-Quédate aquí dijo llendo a otra habitación. Como diría José Luis Perales, Y se marchó... XD

Ya pasaba un tiempo ella no regresaba, quería saber que estaba pasando en mi vida de seguro en todos los noticieros ya hablaban de mi secuestro.

-Secuestradora ¿puedo encender la televisión?. Ella respondió que sí.

Periodista: De ésta manera Jeremías Blackwood, heredero de la fortuna Blackwood fue asesinado a un día de su boda con la duquesa Leonor.

¿Pero qué?, entré en pánico y no pude evitar gritar.

-¿Pero que te pasa?, ¿porqué gritas así? decía ella entrando desesperada.

La tele dice que estoy muerto... 0_0

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Comentario de la autora: Espero les esté gustando esta historia, besos Jaz.

Matame a besosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora