Chispas De Chocolate Y Menta

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Desde el momento en que se conocieron solo pudo pensar en una cosa al ver su linda sonrisa.

Dulce.

Uraraka Ochaco es muy dulce. Izuku era su mejor amigo y pasaba mucho tiempo con ella, él podía confirmarlo mejor que nadie. ¿Y quien diría lo contrario? ¿Quien Podría odiarla? Con esos lindos ojos color chocolate, con ese suave y lindo cabello, con sus mejillas sonrojadas de color cereza que provoca querer morderlas, con esa sonrisa tan dulce, esa carita de ángel hacia empalagar a cualquiera.

Y estéticamente Ochaco no era fea, era una niña que tenía un físico amoldado a su Quirk, también tenía actitud, era fuerte y amable.

Obviamente esto no pasó desapercibido para Izuku Midoriya. Él no era indiferente hacia la obvia belleza de su bf. Izuku con mucha pena admitiria que a pensado en besarla en más de una ocasión. Pero por Dios ¡Es su mejor amiga! No puede tener ese tipo de pensamientos hacia ella. De hecho, no es más que mera curiosidad por si sus besos son tan dulces como su sonrisas.

Sin embargo, se dijo así mismo que lo intentaría, haría lo posible para poder hacercarse a la castaña y conseguir probar esos dulces labios. Fantaseaba con el sabor que tendría, pero él estaba seguro de que serían tan dulces como ella.

Se dirigió a la cocina y empezó a sacar harina, huevos, leche y todo lo que necesitaba para preparar unas galletas de chocolate y menta. Uraraka había mencionado ser fan de las cosas dulces pero que las galletas eran sus favoritas, y ya está; conseguiría ese beso dulce aunque tuviera que llenar a la castaña de galletas.

...

30 minutos después el horno sonó, dando aviso de que las galletas estaban listas, se acercó con los guantes puestos para apagar el horno y sacar las galletas. Sus ojos brillaron al verlas ¡A Uraraka le iban a encantar!. Las dejó reposar en una taza y procedió a lavar lo que había sucio para ir a buscar a su bf.

Al final no tuvo que búscarla, la vio aparecer por la entrada a la sala común junto con Kacchan, ambos bañados en sudor y llenos de tierra y algún que otro pedazo de escombro.

— ¿Estaban entrenando? — pregunte

— No es tu asunto, Estupido Deku — mascullo Kacchan a lo que sonreí tenso, ya me imaginaba una respuesta como esa

— No seas grosero, Bakugou-Kun, Deku-Kun solo esta siendo amable — mire a Uraraka preocupado, sin embargo Kacchan solo mascullo a lo bajo y se fue dando pisotones mientras sus manos hechaban chispas.

— Qué raro, no trato de explotarnos — comente más tranquilo.

Uraraka sonrió cansada — Acabamos de entrenar, probablemente está cansado — yo asentí —. ¿Qué es ese olor? — preguntó olisqueando el aire.

— ¡Ah! ¡Uraraka-san, preparé algo para ti! — dije entusiasmado, ella copio mi entusiasmo y sus ojos se iluminaron

La guíe a la cocina cuando le tendí el tazón con galletas abrió su boca impresiónada.

— ¿Hiciste galletas, Deku-Kun?

Sonreí — Hice galletas para ti, Uraraka-san — ella me miró como si estuviera a punto de llorar y se sonrojo, pero rápidamente la vi meterse una galleta a la boca, haciendo un gesto de que las galletas estaban buenas.

Su carita se veía muy tierna, tenía las mejillas llenas de galletas y las mejillas más sonrojadas de lo común. Volví a confirmar lo obvio, Ochaco es muy dulce, y estaba decido a besarla, pero sentí que si lo hacía sin su consentimiento se podría enojar conmigo, así que, en un arranque de valentía, me acerque y lleno de nervios, bese su mejilla.

Ura me miró con los ojos abiertos de par en par, pero antes de que dijera media palabra salí huyendo como un vil cobarde a mi habitación.

Bueno, no había sido en los labios, pero por algo se empieza.

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Dulce Chocolate - Uraraka Ochaco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora