CAPÍTULO 16

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"¿Y esos boletos?"

Ese día, después de mi graduación y de aquella penosa noche con Mau, mis padres llegaron a casa con un regalo de graduación; ¡eran boletos de avión para viajar a Italia! Mis padres sabían que yo sabía hablar latín y quisieron regalarme un viaje a Roma para conocer el lugar donde se originó esta lengua. Ellos habían comprado dos boletos, uno para mí y otro para la persona que yo quisiera, antes, probablemente hubiese ido con Dani, pero ahora sabía exactamente con quien ir para que ese viaje fuera el mejor de mi vida; iría con el idiota de Mau.
–¡Aquí estás! -dije con emoción a Mau cuando entré al Starbucks y lo vi trabajando-
–¿Tú también estuviste buscándome por todas partes? -preguntó haciendo referencia a la vez que él estuvo buscándome por toda la ciudad cuando inauguraron la nueva librería-
–No, sólo salí de mi casa y vine aquí -dije burlándome de él-
–Claro
–¡Ve esto! -le mostré los boletos a Italia-
–¿Y esos boletos?
–El regalo de graduación de mis padres -dije sonriendo-
–¿Y a dónde viajarás? 
–Viajaremos -lo corregí- ¡Viajaremos a Italia!
–¿A la ciudad del amor?
–No, esa es París
–Por eso, Paris, Italia
–Uh, como sea. ¡El punto es que iremos a Italia! -dije con emoción-
–Aún no he dicho que sí
–Es claro que quieres y lo harás
–No sé, no sé -fingió negarse-
–¡Por favor!
–Roma está en Italia, ¿no?
–Sí, Roma, Italia
–Y en Roma está el Vaticano, ¿cierto?
–Sí
–¡¿Conoceremos al Papa?! -dijo Mau con emoción y yo reí-
–Uh, no creo que eso esté dentro de nuestras posibilidades. Pero sí podremos conocer Roma y el Coliseo, también iremos a otras parte de Italia; visitaremos Venecia, Florencia, etc
–¡Y conoceremos al Papa! -gritó mientras sonreía- ¿Cuándo nos vamos?
–¡Mañana!
–¿Mañana? Tengo que ir a hacer mis maletas -dijo y se dirigió a la salida-
–Claro, yo también -lo dije al aire ya que Mau se había ido-
Di la vuelta para salir del Starbucks también, pero me detuve justo en la puerta porque vi a Mau regresar. Mau puso sus manos sobre mis hombros y me dio en beso en cada mejilla.
–¡Gracias! -dijo mientras pellizcaba mis cachetes y yo reía-
–Ten, guárdalo tú -dije y le entregué su boleto de avión-
–No, cómo crees; soy tan idiota que podría perderlo, es mejor que lo sigas teniendo tú -dijo y me regresó el boleto- 
–Que quede claro que lo de "idiota" te lo dijiste tú mismo -dije riendo ligeramente-
–Como sea. Me voy a empacar -dijo y se marchó-
–T/N -Dani pronuncio mi nombre a mis espaldas cuando Mau se fue-
–Uh, hola -dije con incomodidad girando hacia ella-
–¿Y esos boletos?
–Son el regalo de graduación de mis padres; mañana me voy a Italia -dije y le di una sonrisa atenuada-
–Cool, que bien por ti -sonrió-
–Gracias, supongo
–T/N, perdón, perdóname por todo. Perdóname por haberte dejado sola -dijo mostrando arrepentimiento-
Daniela me abrazó, pero yo me alejé.
–¿Tú crees que un abrazo lo solucionará? Daniela, tú misma lo dijiste; nuestra amistad ya se jodió -dije y empecé a caminar hacia mi casa-
–¡T/N, espera! Por favor. Déjame hablar 
Di la vuelta.
–Lo siento, no quiero escucharte -dije y seguí caminando pero Daniela me alcanzó y me detuvo-
–Me siento tan estúpida por no haberte escuchado, por no haber estado para ti; me arrepiento por todo eso, ¡perdón! -dijo con frustración y se disculpó sinceramente-
–Es un poco tarde para pedir perdón 
Tal vez estaba siendo muy dura con Daniela, pero ella había sido más dura conmigo cuando me prohibió hablarle hasta que superara a Aidan.
–¿Ya no me necesitas? -preguntó Daniela con consternación-
–No. No necesito y no quiero a personas egoístas en mi vida -dije tajante-
–¿Acabas de llamarme esgoísta? -preguntó indignada-
–Sí
–¿Por qué? -dijo con incredulidad-
–Porque lo eres. ¿O tú cómo le llamas a las personas que sólo buscan su propio bien? Cuando me pediste ayuda con Andrik, te ayudé, cuando me necesitabas siempre estaba para ti, ¿por qué tú no pudiste hacer lo mismo? -reclamé con frustración- Oh claro, porque eres una egoísta a la que no le importa nada más que ella misma
–No voy a permitir que me llames egoísta porque no lo soy. Acepto que cometí un error al no estar contigo, pero sólo eso; por eso necesito que me perdones
–Sí, no era egoísta pero cambiaste, y me duele saber que ahora es así. Como sea, ya no importa. Espero que a diferencia de nuestra amistad, sí sepas valorar tu relación con Andrik
–T/N... -trató de decir algo más pero la interrumpí-
–Deseo que seas muy feliz, Dani -le di una sonrisa atenuada y entré a casa-
–¡T/N, no me puedes dejar así! -gritó pero yo la ignoré-
Sí, había sido muy dura con Dani, pero era mejor así; no quería reconciliarme con ella y luego dejar de verla, ya que me iría de la ciudad para estudiar la universidad en Roma, el lugar donde se originó el latín.

Aidan Gallagher, ¿mi verdadero amor? (Aidan y tú) [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora