7 ¿Calma antes de la tormenta?

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Es el primer día en meses en el que puedo sentir realmente paz en mi vida: las cosas con Derek han estado fabulosas, ha vuelto a ser el chico amoroso que se desvelaba conmigo varias noches seguidas. Tosh me envió un mensaje diciendo que todos en la banda me quieren y confían en que yo tomé la decisión correcta, pero aun así quieren un poco de tiempo para poder confiar en Derek; si me lo preguntan a mo, yo creo que mi novio está pasando un periodo de prueba:
—¿De qué vamos a platicar ahora que tu vida amorosa está estable?— preguntó Susan con la boca llena de sushi de salmón, su platillo favorito.
—La verdad no lo sé— respondí con la sonrisa más grande que tenía. En ese momento Tom se nos unió con una bandeja con macarrones comprados en la cafetería.
—¿Qué tal va todo?— los dos sólo respondimos con una mueca.
—Derek no va a poder verme hoy después del trabajo— dije haciendo un puchero con una mala imitación de voz de bebé.
—Pues eso tiene arreglo— mencionó Tom entusiasmado.—Ustedes dos— nos señaló con los dedos.—Me van a acompañar a una cena familiar hoy.—Susan y yo nos vimos confundidos.
—¡Pero si no me habías dicho Tommy— explotó Susan y Tom sólo se cubrió, esperando un golpe que nunca llegó.—Hay mucho que hacer, tengo que arreglarme y preparar en outfit perfecto— Susan agarró su bolsa y se despidió de nosotros.
—¡Cariño, aun no terminan las clases!—gritó Tom, pero Susan pareció no escucharlo.
—Bro, evidentemente una cena con tus papás es una prioridad— agregué dándole palmadas en la espalda a Tom y ambos reímos. Susan esa muy meticulosa para esos eventos.

En el trabajo las cosas iban excelente, de hecho eran mucho mejor de lo que esperaba: Victor ya se había memorizado todos los pasos y utensilios necesarios para cinco tipos de café deferentes. Incluso llegaba antes que yo al trabajo y preparaba todo para empezar el cambio de turno. Me estaba acostumbrado a ver la gran sonrisa de Victor todos los días desde el mostrador.
—Oye Benji— me llamó Victor mientras estábamos preparando unas dos ordenes, aunque yo estaba sirviendo dos pedazos de pie.—¿Puedes abrir el?— en un segundo abrí el refrigerador qué hay debajo de la barra.—¿Me das la?— antes de que el mencionara la palabra leche, yo ya se la estaba entregando en mano.—Y necesito— le di el vaso de mezcla.

Victor y yo teníamos una conexión desde el primer día y estos momentos me confirman ese pensamiento. Regularmente sabíamos lo que pensábamos antes de decirlo, incluso en las conversaciones más triviales nos podíamos arruinar los remates de las bromas y eso al final del día ha disminuido mi estrés laboral y también el humor de Sahara.
Yo sólo pude verlo a los ojos y imitar su sonrisa de oreja a oreja hasta que mi celular comenzó a sonar. Derek me estaba marcando; esto debe ser una señal divina de que no debo perder el control con Victor después de que el y yo estamos en relaciones, debemos respetar aunque sea difícil.
—Hola, ¿Cómo estás guapo?— estaba realmente feliz por la sorpresa, Derek no era muy fan de las llamadas telefónicas.
—Llamaba para desearte un excelente día— no pude evitar suspirar y sonreír enormemente por el romántico detalle de la llamada, ya sé, soy un cursi.—¿Qué planes tienes hoy en lo que yo me mato estudiando?
—Dek sabes que yo te acompañaría a estudiar...
—Pero no resulta porque mi novio es tan ardiente que no me deja concentrarme— me interrumpió Derek y todos los vellos de mi cuerpo se erizaron al escuchar esas palabras. De pronto caí en cuenta de que Victor esta cerca y me sonrojé.
—Este no es el momento amor— dije en un susurro y me aparté discretamente del mostrador para entrar a la parte trasera de la cafetería.
—¿Eso te prende cariño?— dijo Dek juguetón.
—Sabes que si— dije en un susurro y rápidamente le conté sobre la cena familiar a la que Tom me había invitado y colgamos la llamada porque mi novio universitario tenía un examen de química.

En la noche después de terminar de trabajar en el café, caminé al lado de un callado Victor al encuentro de Susan. La verdad era que los dos estábamos muy cansados para hablar, pero los silencios no eran incómodos.
—Hola tonto— dijo Susan frente a mi y me sacó de mis pensamientos.
—¿Lista para el gran evento?—pregunté dándole la vuelta, examinando su vestido negro y su saco blanco.
—Hola chico nuevo— Susan se volvió a ver a Victor y yo enseguida supe que estaba pensando mientras se tocaba el pelo y se mordía el labio discretamente: Victor era un chico guapo, con unos ojos hermosos que hipnotizan y alto.
—Hola... ¿Susan verdad?
—Si, por fin conozco al famoso compañero de este idiota— dijo y yo me puse rojo como un tomate y por un segundo nos lanzamos una mirada asesina.—Lo lamento Victor, pero tengo que llevarme a este sujeto— dijo tomándome rápidamente del brazo y jalándome para comenzar a caminar y yo sólo pude voltear apenado.
—Descuiden, espero que pasen buena noche— dijo victor sonriendo y despidiéndose con la mano.—Nos vemos mañana.
—Vendré por un café Victor— dijo Susan y le lanzó un beso.—Vaya que es guapo, ahora que lo veo con atención— dijo emocionada Susan con el volumen necesario para que sólo nosotros escucháramos.
—¿Sabes que Victor es novio de Mía?— dije algo fastidiado.—¿Te acuerdas que tienes novio y que vamos a un evento de su familia?
—Eso es cierto— reflexiono mi amiga haciendo un puchero.—La verdad se ve que te encanta ese chico.— no pude evitar sonrojarme y negar con la cabeza.—Ya sé que estás con Derek, pero aun así, quiero que sepas que tienes muy buen gusto.

Los dos llegamos al salón elegante de la familia Holland y Tom corrió a nosotros en cuanto nos vio. El salón estaba lleno de señores y señoras elegantes, entre los cuales sólo pude identificar al padre de mía y a la madre de Tom
—Por un momento creí que no iban a llegar amor— dijo Tom a Susan mientras literalmente se daban besitos de trompada y hacía voz de bebé, yo solo volteé los ojos.
—Vengan, tengo unas botellas de vino reservadas para nosotros en la cocina— Tom parecía un niño pequeño contándonos algo ultra secreto y nos llevó agarrados de las manos hasta la cocina del lugar. Por nuestro paso todos nos saludaban aunque parecían muy ocupados.
Tom agarró un saca corchos y tres botellas de vino para después abrir la puerta trasera de la cocina y sentarnos en una banca al lado del basurero. Lo primero que captaron nuestros ojos fue un cielo estrellado maravilloso. Cuando comenzaba a pensar que a Tom se le había olvidado mi alcoholismo, vi que también había agarrado un jugo de uva. Eso me hizo sonreír; siempre buscaba la manera de incluirme.
—Tal parece que esta noche va a valer la pena— dije asombrado y en respuesta Tom se colgó a mi cuello.
—Se los dije— dijo Tom.—Ahora es tiempo de beber un poco— Tom sacó una bolsa de plástico con tres copas de vino y empezó a servir.—Un hombre preparado vale por dos hermosa— abrió el jugo de uva y me sirvió un poco en la copa, me la entregó.
—¿Se supone que debemos brindar?— cuestionó Susan y los tres nos quedamos pensando un momento.
—Por nosotros, los tres mejores amigos— Tom levantó la cop.
Yo no pude evitar soltar una carcajada por lo cursi que sonó Tom. Pero aunque no lo dijéramos a menudo, nosotros sabíamos que era cierto. Levanté mi copa, después se unió Susan y al final esa noche sólo estuvimos tres amigos de la infancia. Esa noche recordamos viejos tiempos y volvimos a ser niños.

Hola a todxs
Espero no me maten por haber tardado en actualizar, pero la verdad es que he estado muy enfocado en mi canal de YouTube y pues también he estado disfrutando mis últimos días de vacaciones. Espero que este capítulo les haya gustado. No se olviden de comentar sus opiniones del capítulo, porque me encanta leer sus recomendaciones. Que tengan un lindo día.

Love, BenjiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora