𝐏 | Mi nombre es Ivy Parkinson y estoy enamorada del novio de mi hermana.
Apenas sabe que existo. Ni siquiera me ve.
Pero lo veo. Él es todo lo que veo. Él es el sol, la luna y las estrellas. Él es mi todo.
El es Draco Malfoy, el Príncipe de Slythe...
N/A: Solo es una advertencia, este capítulo avanza rápido. Hay una razón para ello y la historia se ralentizará, así que no se dejen llevar por el ritmo.
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“El misterio de Draco Malfoy”
Había estado demasiado ocupada con la práctica de Quidditch para darme cuenta de que Luna y Ginny tenían sus propias distracciones en cuarto año.
Una distracción particular de la que no podía ser parte gracias a ser un Slytherin.
Montague nos trabajó duro, aumentando las prácticas a cuatro noches a la semana además de nuestras sesiones de los domingos por la mañana. Estaba furioso después de nuestra derrota en Gryffindor; es decir, culpar a Draco por estar demasiado distraído cantando su canción para ver que Harry había ido por la Snitch.
También aceptó a regañadientes que yo era mejor batidor que Crabbe y lo trasladó a la reserva, asegurando así mi posición.
Y luego estaba el Escuadrón Inquisitorial.
Hizo a mi hermana insoportable. Sin embargo, los celos que tenía por el tiempo que pasé con Draco durante el entrenamiento de Quidditch parecieron evaporarse, especialmente cuando comenzó a poner al escuadrón antes que Quidditch.
— Quidditch no es divertido ahora que Potter ha sido prohibido de por vida. – Draco resopló. — No hay nadie para terminar.
No pude evitar sentir un destello de dolor. La breve camaradería que Draco y yo habíamos compartido en el Quidditch se había desvanecido, y Pansy estaba una vez más pegada a su cadera mientras asaltaban la escuela juntos actuando como un par de megalómanos.
Amaba el poder. Lo amaba demasiado.
Lo pude ver en sus ojos; el puro placer de poder emitir detenciones y puntos de atraque a cualquier persona que simplemente no le gustaba.
Siendo un compañero de Slytherin, estaba a salvo del reino de terror de Draco, pero envidiaba la atención que todos los demás estaban recibiendo de él; incluso si fue desfavorable. En cambio, volví a ser solo la hermana pequeña invisible de Pansy.
Y luego vino el incidente cuando Dumbledore hizo un revoloteo a la luz de la luna y salió a la luz la verdad de su ejército subterráneo.
— Queríamos decirte, realmente lo hicimos. – Dijo Ginny cuando expresé mi dolor de que ella y Luna no me hubieran involucrado en este ejército. — Pero Harry insistió en que no se le dijera a ningún Slytherin sobre eso en caso de que Umbridge se enterara.
Pero todavía me sentía increíblemente herido, porque significaba que por primera vez, sin que yo lo supiera, mi estado de Slytherin se había interpuesto entre las únicas amistades que tenía dentro del castillo.
Y eso me hizo sentir más sola que nunca.
[...]
Draco cambió después de que su padre fuera encerrado en Azkaban.
