One-shots ; 短編小説。 (Hiatus)

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【Dedicado a pAydeLimom】

Pareja principal: Amakou.
AU: Obsesivo/ Yandere.
Advertencia de contenido: sangre, órganos, muerte, tocamientos indebidos.

━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━¿?

"Mi nombre es Minamoto Kou, ¡el más pequeño de la familia Minamoto! Pero no me subestimes, no. ¿Tú, cómo te llamas?"

"¿Yugi Amane? ¡Es un lindo nombre! Me encanta, haha.~ ¿Te gustaría ser amigos, Amane-kun? A mí sí."

Abriendo sus ojos de par en par, el Yugi mayor fue forzosamente liberado de su amada ensoñación rutinaria gracias al despertador insistente, portando una mueca tan indiferente (a pesar que internamente estaba maldiciendo como imbécil) cuando, perezoso, lo apagó.

Consideraba su existencia tan aburrida en esa casa solitaria, pues desde que su hermano había desaparecido y la consiguiente muerte de progenitores nadie venía a visitarlo, aparte de algunas sombras cuando prestaba la suficiente atención.

Cambiando de tema, a paso flojo se arrastró hacia el baño, tardando los minutos necesarios para asearse y cambiar a ropa de empleado que siempre le hacía ver presentable, a pesar de consistir en simples conjuntos con tonos insípidos. Trabajaba como part-time en una librería, ¿qué más podía esperar? Aunque pensaba conseguir otro empleo; alimentar dos bocas es complicado.

Ah, sí... una boca más. ¿Cómo pudo olvidarlo?

Avanzando en dirección contraria a pasos anteriores se encaminó hasta uno de los tantos pasillos en la casa, deteniéndose en seco frente a una descolorida alfombra. Alzándola, se encontró con la entrada que daba a su pequeño secreto.

Amane se relamió, excitado, mientras bajaba para encontrarse con el cuartucho donde se guardan los adornos navideños o cosas por el estilo, observando a un hermoso rubio inmóvil, apenas respirando bien gracias a la mordaza que cubría su boca. No temblaba como la primera vez, pero lo esperaba; ya habían pasado tres semanas desde que lo había arrebatado del mundo justo como se prometió ese día.

━Buenos días, cariño.━ murmuró, provocando que presencia restante se sobresaltara. "Qué adorable" pensó. ━Hoy es un lindo día, y sería mejor si pudiéramos quedarnos juntos, pero el amor no alimenta. Aunque es triste, ya sabes...

Kou pareció querer decir algo, provocando que la sonrisa del azabache se ampliara hasta casi parecer inhumana. Adoraba verlo tan desesperado, le ponía duro, pero no iba a caer. La última vez su mano sufrió la potente trampa que dientes ajenos ejecutaron, y casi se le escapaba. Por mucho que lo amara, eso no podía pasar. No se arriesgaría.

Disminuyendo la corta distancia que los separaba se puso de cuclillas frente al rubio, quien inevitablemente empezó a sollozar, deleitando la mente perversa. Entonces, con suavidad, acarició sus mejillas humedecidas.

━Perdona ser tan brusco ayer. Ni siquiera te llevé a darte una ducha... fue un día malo. ━ al conversar sus dedos recorrieron la piel ligeramente más tostada, tanteando heridas /pues ya superaban los chupetones o mordidas/ que yacían sobre el cuello y hombros. Le había hecho daño, lo sabía: fue en un arranque de celos. Pero, ¿quién lo culpaba? ¡Si Kou le faltó el respeto, su dignidad se vio desparramada por el piso cuando escuchó como /en sueños/ aclamaba a la fémina de hebras blancas!