- ¡Jongin, date prisa, llegarás tarde al colegio! - Llamó su mamá desde la puerta.
- ¡Ya casi estoy listo mamá! ¡Me cepillo los dientes y salgo!
El joven que gritaba, a decir verdad, acababa de levantarse de la cama. Se cepilló los dientes velozmente, enseguida se acomodó el cabello, que por suerte no necesitaba mucho para quedar bien, mientras se vestía y arreglaba como podía.
Se lavó la cara, se secó y salió apurado a la puerta, donde lo esperaba su mamá con el desayuno en la mano.-Toma, para que comas en el camino, así no te da hambre y no te enfermas.
- ¡Gracias ma! - Le besó la mejilla y salió apurado - ¡Nos vemos más tarde!
La escuela a la que iba, no quedaba muy lejos, por lo que Jongin iba caminando, o corriendo si se retrasaba cuando se confiaba con el tiempo.
Entrando en la escuela, el rector que esperaba en la puerta principal, detuvo a Jongin, había llegado tarde, entonces hizo que esperara parado a un costado hasta que fuera hora de cerrar la puerta. Para sorpresa de Jongin, uno de los alumnos que estaba esperando era Sehun, uno de sus compañeros de clase. Sehun es un muchacho de 18 años como Jongin, es amable, apuesto y estudioso, pero Jongin no suele dirigirle la palabra, porque además de ser su compañero, Sehun es su crush.
El hecho de pensar en hablarle le aterraba en parte. Las pocas veces que hablaron entre ellos, fue porque les tocaba compartir grupo en alguna clase.- ¡Hola! - Le dijo Sehun a Jongin con una dulce sonrisa, haciendo que éste se sobresaltara un poco.
- ¡Ho-hola! - " ¡Mierda! " pensó Jongin, odiando el haber tartamudeado tan solo al abrir la boca- ¿Qué haces aquí? - Sehun solía ser más que puntual y le sorprendía verlo allí.
- Me quedé dormido y llegué tarde, pero por muy poco. Ahora me perderé parte de la clase de química. Espero que no explique nada nuevo.
- Tranquilo, tú p-...
- Hubiera pensando en eso antes de llegar tarde - Interrumpió el rector - ¡Vamos, siganme! - Les ordenó y los más chicos le siguieron.
Sehun es tan alegre incluso cuando no se siente bien por perderse una de sus clases favoritas. Cosas como esas impresionaban a Jongin, aunque siendo realistas, todo lo que Sehun hiciera lo impresionaría. Después de una hora de tareas extra, de seguir órdenes y de Jongin intentando con todas sus fuerzas no distraerse con la cara de Sehun, los castigados se dirigían a su clase, caminando por los pasillos de la escuela.- Por cierto, qué me ibas a decir cuando el rector nos hizo ir a detención?
- ¿Yo? - Preguntó Jongin algo confundido.
- Sí, cuando me quejaba por perderme la clase - Dijo riendo - Dijiste que me tranquilizara y no sé qué más, porque vino el... Señor entrometido. - Dijo lo último en voz baja.
- Aaaah - Sentía vergüenza, ahora no quería decirle nada - Eeem...- Aclaró su voz para continuar- Iba a decir que tú puedes estar tranquilo, eres muy inteligente y estarás al día con facilidad, en cambio yo... Estoy perdido.
- ¡No digas eso! Jajajaja. - Palmeó el hombro de Jongin y éste tragó saliva con fuerza, de la emoción. - Primero que nada, es un halago que me creas tan inteligente. Segundo, si lo que dices es cierto, cuando quieras puedes acercarte y preguntarme, te ayudaré con gusto. También puedo prestarte mis apuntes, lo que necesites. Sé que hablamos poco y nada, pero me caes muy bien, Jongin. Eres agradable, deberías hablar más, deberíamos hablar más . ¿Vas a pedirme ayuda si la necesitas? - Ofreció Sehun y Jongin comenzó a sentir calor en el rostro.