02.

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Paso las manos por mi vestido viéndome en el espejo, me doy una vuelta para contemplar el escote que tiene en la espalda y sonrío satisfecha.

Ignacio entra a la pieza mirando su celular y me acerco a él.

— Bebé. — lo llamo y me mira.

— Wow, que linda te ves. — se da una vuelta a mi alrededor mirándolo y se detiene en mi espalda.

— Gracias. — sonrío y él me mira con el ceño fruncido.

— Se te ve el tatuaje, quítatelo, es una cena formal, no un club de putas. — sale de la habitación y me quedo parada.

Me miro al espejo y comienzo a quitarme el vestido, tomo uno que es cerrado completamente y me lo pongo saliendo ya lista.

— Ese sí, te queda perfecto. — me da un beso en la frente y toma mi mano.

Caminamos a la puerta y tomo dos mascarillas, le entrego una a él y la otra me la pongo yo. Salimos de la casa subiendo al auto y él se pone en marcha.

Iremos a cenar con sus amigos, nuestra comuna salió a fase cuatro por lo que tenemos más libertades.

*****

Estaciona el auto fuera del restaurante, salimos del auto juntos y le digo que se ponga la mascarilla.

— Pero si estamos en fase cuatro, no es necesario usarla. — me dice.

— Póntela, porfa. — le digo y bufa colocándosela de mala manera.

Entramos al lugar yendo hacia el patio de éste, ahí están sus amigos y sus respectivas pololas. No entiendo como llegué a estar con gente así, mi vida antes de él era perfecta, él era perfecto, pero después mostró su verdadero ser.

— Hola. — me saluda el Agustín estirándose para darme un beso en la mejilla y me alejo.

— Sorry, el covid. — le digo y me da un beso igual.

Me siento entre medio de mi pololo y del Agustín, llega el mesero y nos pregunta qué comeremos. Me echo alcohol gel en las manos y escucho fuertes risas en unas mesas detrás de nosotros. Me doy vuelta mirando y creo que voy a llorar.

Son mis amigas, la Isi, la Vale y la Gabi. Están sentadas con tres minos más, supongo que son sus pololos, me doy vuelta mirando la carta que nos entregaron e intento no escuchar sus risas.

Me decido por una lasaña y le digo al mesero, ya todos pedimos y nos ponemos a conversar.

Me doy cuenta que las chiquillas pasan por al lado de nuestra mesa yendo en dirección al baño.

— Bebé, ya vuelvo, iré a retocar mi maquillaje. — le digo al Ignacio y él me asiente.

Me paro de la mesa y camino al baño, antes de entrar escucho sus voces riendo y bromeando.

Respiro hondo y abro la puerta entrando, se quedan calladas y siento sus miradas en mí.

— Vane. — murmura la Valeria.

Las miro y sonrío levemente.

— Hola. — les digo y me acerco al lavamanos.

— Te ves muy bonita. — me dice la Isidora.

— Gracias, ustedes se ven perfectas. — las miro y noto que la Gabi no me mira.

El Mino De Los Tatuajes. [Erick Pulgar] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora