Cuando una persona está pasándola bien, el tiempo parece correr más rápido y Skylar podía dar fe de ello, sin darse cuenta el tiempo pasó rápidamente, hablando de todo un poco con Robert el tiempo pareció correr ya eran las cinco de la tarde cuando se encontraban sentados en unas mesas de picnic que estaban en el parque.
—Bien, AK es un buen perro, pero cada vez que llego a mi casa me salta encima, parece que no puede evitarlo y me ha dañado unas cuantas camisas. Intente entrenarlo. AL igual que no deja de abrir hoyos en el patio.
Mirando cómo estaba vestido no pudo evitar pensar en lo bien que la camisa blanca se amoldaba a la perfección, seguro que no solo su perro le salta encima.
—Seguramente te extraña durante el día, yo nunca tuve una mascota.
—¿Te gustaría?
—Sí, pero entre la pastelería y mis responsabilidades no me queda tiempo, no me parece justo dejarlo encerrado en un apartamento durante mucho tiempo.
—Si es cierto. No quieres que al llegar un día tus muebles estén destruidos.
—No, no seria bonito. —el silencio se extendió entre ambos, Skylar inquietándose por la mirada que Robert le daba soltó más fuerte de lo que quería: —Necesito que alguien me dé su opinión respecto a una cosa.
—¿Qué es? —Despertando su curiosidad, Robert se inclinó más cerca haciendo que sus nervios volvieran a la vida.
—Tuve mis dudas en sí debería pedir tu ayuda o no luego de que me dijeras que no te gustaban mucho los dulces pero en vista que podrías ser mi única opinión imparcial más próxima, creo que eres el indicado.
Sacando la caja que estaba en su bolso tomo una expresión seria y dijo:
—Esto es la verdadera prueba de si vale la pena o no darte una oportunidad para ser...amigos. —Cuando Robert confirmo que quería conocerla para ser su amigo, sintió un poco de decepción sin embargo después de pasar el día con él no le parecía tan descabellado. —Son una muestra de bombones.
—¿De tu tienda? —abriendo la caja alargada dejo ver tres bombones en fila.
—-No, bueno aún no. Son los primero que hago para otra persona además de mí.
—Debería sentirme alagado entonces. —Le dedico una sonrisa que sin duda hizo que sus bragas fueran más húmedas de lo que eran unos segundos antes.
—No te creas tanto. En orden de izquierda a derecha tienes: Bombón relleno de una crema de café, el segundo relleno de una crema con base de chocolate blanco ligeramente picante y por último el relleno de una reducción de crema de frambuesas y champagne.
—Woah, no sé si mi paladar este a la altura. —Fijando la mirada en su rostro, Sky sonrió:
—Si crees que no puedes con esto con gusto le preguntare a otra persona.
—No. —deteniéndola toma el primero relleno de café—Yo puedo.
Skylar observo mientras él probaba el primero de los tres, deteniéndose antes de morderlo fijo su mirada gris en el castaños de ella y sin apartar la mirada dio el primer mordisco. No estaba segura si toda la escena se veía tan erótica viéndola desde afuera, pero para ella, estando frente a él, no pudo evitar frotar juntos sus muslos.
La forma que mordió el bombón hizo que sostuviera su respiración, perecía que todo corría en cámara lenta y luego cuando sus ojos se cerraron y un bajo gruñido escapo de sus labios, comenzó a creer que darle a probar fue mala idea.
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La amenaza más dulce.
RomanceEntre Robert Cambell y Skylar Maters, al instante de conocerse comienzan a saltar chispas entre ellos, aunque no siempre sean las chispas que todos esperan desde el inicio. Esta es una historia llena de romance, risas, drama y un poco de suspenso, q...