silence | jang junwoo (hanseok)

006 | 롤모델

Haneul paseaba tranquilamente, llevando unas bolsas que contenían la nueva colección de Balenciaga que tanto quería. Sus guardaespaldas la rodeaban, y los transeúntes no podían evitar mirarla.

—Desayunaré aquí. Llevaos esto al coche —ordenó ella, los hombres asintieron y agarraron las bolsas mientras ella entraba en una adorable cafetería con cierto aire parisino —. Un café solo, sin azúcar. Pago con tarjeta. —Haneul sacó su black card del monedero.

—Perfecto —susurró la dependienta. Una vez hubo pagado, Haneul se sentó en una mesa que daba a las ventanas en dirección al edificio de Wusang.

—Qué suerte tienen, todas las tiendas están en su calle —susurró ella, enfadada.

El camarero dejó en su mesa el café, Haneul lo miró unos segundos y, después, le dio un trago. Sacó su teléfono del bolso y entró en Instagram, justamente el perfil de Hanseok había publicado una nueva fotografía. Era un selfie, no muy elaborado, de Chayoung y él sonriendo.

La mujer volvió a sorber del café y dejó el móvil bocabajo en la mesa. Sus días eran cada vez más aburridos desde que volvió de Barcelona, ojalá hubiese podido quedarse más tiempo ahí, aunque Anjan reclamaba su presencia insistentemente.

Alzó su vista por unos segundos y se encontró a Chayoung y Hanseok buscando sitio para sentarse. Dejó el café a medio tomar en la mesa y se levantó rápidamente, se le cortaría la digestión si veía a Hanseok comportarse como alguien amable.

Cuando por fin hubo salido del establecimiento, sacó un cigarrillo y comenzó a fumar.

—Not Hanseok pretending to be another person, that bitch can't even manage one personality, why is he trying to have more? Does he think he is fooling someone? —Haneul murmuraba enfadada. Pasaron unos minutos hasta que se terminó el cigarro, lo tiró al suelo y lo pisoteó como si fuera una cucaracha.

Agarró sus auriculares del bolso y puso algunas canciones al azar, Malbec de Duki comenzó a sonar, le encantaba esa canción.

Se dirigió al set que Vogue le había indicado, ella sería la portada del nuevo número de la famosa revista, en colaboración con Celine. Cuando llegó, los estilistas y director la recibieron como si de una eminencia se tratase.

—Buenos días, Haneul, me llamo Kim Heejae y seré su maquillador —comentó un chico, inclinándose con respeto. La mujer se le quedó mirando, era de las personas más guapas que jamás había visto.

—Encantada —dijo ella, sonriendo. Ambos se dirigieron a un tocador y el hombre comenzó a hacer su trabajo.

—Es un gran honor trabajar con usted, es una de las compañías más influyentes de toda Corea, la respeto muchísimo —susurró él, aplicando un poco de base.

—Muchas gracias, todo lo que has dicho es verdad, así que no voy a ser modesta. —Ambos rieron.

—Algún día me gustaría crear mi propia marca de maquillaje, me gustaría colaborar con Anjan en un futuro —comentó él.

—Todo dependerá de si veo potencial o no en tu marca. Y, sinceramente, no creo que eso pase, ya hay marcas importantes de maquillaje asociadas a Anjan, y nos generan muchas ganancias —explicó Haneul, Heejae asintió, no muy contento.

La incomodidad se hizo presente entre ambos y, cuando por fin acabaron, Haneul se reunió con la directora de vestuario, que escogió un vestido azul y unos pendientes blancos, era todo muy simple, pues la portada sería un primer plano de su cara.

La sesión de fotos terminó bastante rápido, teniendo en cuenta cuánto suelen tardar, escogieron la fotografía que más les gustaba y procedieron a comenzar con la entrevista que se subiría al canal de YouTube y aparecería en el interior de la revista.

—Hola a todos, soy Min Haneul y hoy estoy con Vogue para su próximo número. ¿Quién lo diría, una presidenta de una farmacéutica en una revista de moda? Todo esto es gracias a Celine, que ha decidido colaborar conmigo. Muchas gracias. —Se presentó sonriendo.

—Nos podrías decir qué accesorio no puede faltar en tus outfits.

—Un anillo, suelo llevar los BZero de Bvlgari o los de Didier Dubot —contestó ella.

—Cuando no estás trabajando, ¿qué haces?

—Tengo una gata llamada Lily, aunque oficialmente es Gato Uno, suelo jugar con ella, sino, suelo leer o jugar a videojuegos —explicó Haneul, intentando parecer alguien interesante.

—¿Qué libros y juegos te mantienen entretenida estos días?

—El último libro que he leído es el de Alguien a quien conoces, de Shari Lapena, aunque no me canso de recomendar a Carlos Ruiz Zafón. Hablando de videojuegos, estoy volviendo a pasarme The Legend of Zelda: Breath of the Wild en modo experto.

—¿Cómo es manejar la farmacéutica líder en Corea? —A Haneul se le escapó una risilla, Babel había sido desplazada al segundo lugar bastante rápido.

—Es muy interesante, aunque siempre quise ser dueña de una compañía exitosa, creo que Anjan ha superado mis expectativas.

—En cuanto a gustos musicales, ¿qué escuchas normalmente?

—No miento cuando digo que escucho casi de todo, en cuanto a KPop, no me pierdo ningún comeback de Seventeen y estoy esperando con ansias el solo de Lisa, aunque también escucho canciones en español, por ejemplo Malbec de Duki, Yonaguni de Bad Bunny o cualquiera de las Bizarrap Sessions.

—Aunque no estás relacionada con la industria del entretenimiento, eres consciente de lo famosa que eres y de lo mucho que inspiras a la gente, ¿tienes algunas palabras para ellos?

—La gente no debería tener ídolos o personas a las que admiran, cuanto más esperas de una persona, más te pueden decepcionar. Me considero una persona más que apta para dirigir grandes empresas, pero nunca considero ser lo suficientemente buena persona como para que la gente me admire. Seguid comprando nuestros fármacos, pero no por ser yo quien dirige la compañía, sino porque funcionan —explicó ella, intentando que la gente pensase que era una buena persona. El director le hizo una seña para que supiera que la entrevista se acababa ya—. Bueno chicos, hasta aquí la entrevista, espero que apoyéis tanto a Vogue, Celine y a Anjan, muchas gracias por estar hoy en el canal de Vogue —se despidió de todos.

Una vez las cámaras se apagaron, Haneul se cambió y salió del edificio, encendió un cigarro y caminó de vuelta a casa.