El fin de semana

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N/A: un poco de relleno para no seguir dejándolos en suspenso. ¿Tienen alguna crítica, opinión, idea, teoría o deseo respecto a la continuidad de esto? Si les soy franco, mi imaginación y disponibilidad horaria se fue a dar un paseo y no regresaron hasta la fecha.

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¿Qué podría suceder tan malo en solo dos días? Por supuesto, como siempre que se figura una oración con una connotación semejante, algo pasa, generalmente mucho o muy malo.

Hul todavía no se decidía por una categoría.

Ese día, sus sueños incluidos, había acabado tan bonito como su tarde y la despedida familiar. No, no fue entonces. 

Comenzó la racha el sábado siguiente, comenzando por su caída de la cama que asustó a su hermano, que lo obligó a pasarse por la enfermería. Estuvo allí toda la mañana por un mísero chichón y un tonto esguince, y eso que había sido temprano. Quiso rodar los ojos toda la mañana y lo evitó solo para no quedar bizco. 

No paró desde entonces. Algún tonto le puso algo a su comida en algún momento de despiste suyo. Ese algo tornó su piel de un verde horrible y terminó vomitando lo poco que comió hasta entonces, incapaz de tragar nada más. Y de regreso a la enfermería.

Madam Pomfrey tuvo serios problemas para calmarse. "¡Ese pobre niño!" farfulló todo el rato. Y era que estaba seriamente apenada, preocupada y molesta. ¡Casi violado hacía poco tiempo! ¡Desnutrido y encima teniendo que saltearse un día de comidas y pociones! Eso no podía ser.

Sin quererlo, había arruinado un poco más el de por sí caído humor del niño. Su mellizo, junto a su rubio 'mejor amigo' , lograron animarlo por la tarde, sin embargo. Pero eso se arruinó nuevamente antes que cayera el día, cuando tuvo que ir a dirección para recibir unas disculpas formales del director y del bromista. Por lo menos no hubo excusas, se dijo.

Finalmente, por la noche, su hermano acosándolo para que comiera más cuando no quería. Y como cereza del postre, horas de sueño plagadas de pesadillas que lo llevaron a despertarse constantemente y, con él, a su mellizo, dándole más pena y rabia, mientras era consolado, incapaz de decir todo eso, o algo en absoluto, en realidad.

Debido a ello, durmió hasta tarde y casi no llega  a tomar el tren. Tuvo que acabar su valija, que comenzó el sábado pero no tuvo tiempo de terminar, a las apuradas, dejando todo desprolijo, y a él le molestaba mucho el desorden; no sabía por qué, pero lo hacía. 

Después, durmió todo el viaje y al despertar, un hilillo de baba colgaba de su boca. Además, se despertó por un cabezazo. Estaba con la cabeza sobre el regazo de Harry, que acariciaba sus cabellos. Pero habían entrado al compartimento algunos amigos de sus victimarios casi violadores; sabía que eran ellos porque le sonaba haberlos vistos juntos y uno de ellos era el bromista del día anterior, que en sus disculpas dijo "la venganza es mala e innecesaria y no debí hacerte eso ni siquiera por mi amigo expulsado". Al parecer, su hermano, Draco y Ron habían estado peleando con ellos y en un impulso el Potter despierto se incorporó olvidándolo. Por supuesto, una vez viéndolo ya humillado, los tontos mayores se fueron. 

Así que estaba atontado, igualmente cansado y famélico cuando se encontraron con Remus, Phoenix y Sirius, que se enfureció mucho con Harry cuando este mismo le dijo que era el culpable de su chichón, para luego  enloquecer cuando la explicación de extendiera a todo el fin de semana. Hulderic se limitó a rodar los ojos (esta vez expresamente), irritado porque, además, había sido callado, pues él había intentado restarle importancia. 

Aunque todo valió la pena por el abrazo del bebé y de Remus, mientras Harry lidiaba solo con lo que él mismo había causado.

Reencarnaciones y mellizosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora