•𝙤𝙣𝙚

12 1 0
                                    

Shimizu no se caracterizaba por tener amigos en la preparatoria Karasuno, se dedicaba al club de vóleibol masculino, sin interesarse en nada más y en nadie. ¿Alguien a quién amar? Ella no pensaba en eso, le gustaba más ver a sus chicos disfrutando y entrenando un deporte tan genial como lo era el vóleibol. Le daba una nostalgia a sus días de atletismo, haciéndola sentirse feliz.

Ese sería su tercer año ya, el último. Le desanimada un poco el que no hayan ido en ningún año a las nacionales, pero, si no habían ido los dos años anteriores, significaba que irían en su tercer año. Lo merecían, ella sabía que lo merecían. Suspiró, mientras comenzaba a trotar hacía la preparatoria.

Su año anterior había sido terrible, no hay porqué mentir; habían perdido estrepitosamente contra el Datekō, ninguno de los remates de Asahi habían podido pasar entre el muro de acero, eso causó una horrible pelea entre Nishinoya, un chico de primer año, y su compañero. Colocó su cabello azabache detrás su oreja, esperaba con esperanza que sus diferencias se resuelvan pronto.

El día pasó con normalidad, llegaba un poco tarde al gimnasio, le costó escapar de unos chicos bastante pegajosos. Se le habían pegado como chicle, "halagando" su esbelta figura exquisita. Esos comentarios siempre la ponían incómoda, internamente los odiaba, por más que por fuera ella se vea indiferente.

Pasó por delante del segundo gimnasio, que era ocupado por las del club femenino de vóleibol. Iba a seguir hasta el club masculino, pero unos gritos le llamaron la atención.

-¡Ustedes son unas fracasadas porque tienen miedo, no porque sean inútiles! ¡Si nunca se atreven a mejorar, ¿cómo esperan ganar?! ¡Soy enana, pero eso no me detiene! ¡Ustedes, con la altura y habilidad perfecta, se estancan en sus propios límites establecidos! ¡Me dan asco, sayonara! -de ahí, salió una chica tan bajita que le llegaba al codo, cerrando con ferocidad las puertas.

-No cierre tan fuerte, podría romperlas y son caras -su dulce tono la asustó, haciéndola pegar un brinco -. Gomen -se disculpó.

-N-no se preocupe... -se giró levemente. Tenía lágrimas y el ceño fruncido, además de que sus labios temblaban. Bueno, el club podía esperar unos minutos.

-¿Pasa algo? Tiene lágrimas, déjeme quitarlas -subió su manga hasta los dedos, limpiando con suavidad las gotas saladas. Ella respiró hondo, antes de dar una sonrisa forzada.

-No. Simplemente hubo una discusión, no se preocupe, senpai -tomó con delicadeza las manos de la mayor, para sacarlas de su rostro, se pasó sus manos sin cuidado alguno por la cara, como una bruta.

-Ten cuidado, te puedes lastimar. Vayamos al baño, tiene que lavarse la cara -la tomó de la muñeca, llevándola a los baños femeninos.

Tomó un pedazo de papel higiénico, lo mojó levemente con agua, y limpió delicadamente el rostro de la muchacha, sacando las nuevas lágrimas que salían, e hidratando sus rojos ojos. Poco a poco, la menor se calmó, respirando hondo.

-¿Ya pasó? -preguntó con dulzura, pero sin dar una expresión demasiado preocupada o algo por el estilo. La chica asintió levemente, sin sacar las manos de la mayor o tratando de mentir -. ¿Por qué peleó con ellas? -preguntó, curiosa.

-Dijeron que no podía jugar en otra posición que no sea libero, por mi estatura. Les dije que juego vóleibol desde primaria, pero no me tomaron en cuenta. Les dije que podía ser útil hasta como jugadora de reemplazo, pero hasta la entrenadora se negó -su ceño se frunció de nuevo -. "Tampoco porque estés aquí significa que podamos ganar algún partido, nuestro esfuerzo es en vano" -la rabia la consumió.

-Ya veo, yo también me enojaría, pero no resuelvo nada mostrando mis sentimientos, solamente agravo las cosas, y se pueden solucionar con amabilidad, aunque me haga cínica -enseñó, haciendo una mueca. La menor también hizo una mueca.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 08, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

•.♪ʜᴇᴀᴛʜᴇʀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora