Enamorando a Verónica → zayn

7. Emergencias masculinas.

Trisha dejó a Bonnie sola en la pequeña sala, después de todo, eran casi familia. La madre de Zayn miro a Bonnie crecer, y ésta, la considera su segunda madre. La mujer subió las escaleras y abrió bruscamente la puerta de la habitación de su hijo.

Zayn estaba en el séptimo sueño.

La almohada pegada de su boca. Un pozo de baba caía por las sábanas y terminaba en una posición completamente diferente a la principal. 

Demonios, parecía un puerco. 

Trisha se acercó lentamente, tomó una almohada y comenzó a golpear a su hijo. Bueno, dijimos que esta familia era hermosa, nunca normal.

-Demonios, mamá, ¿qué rayos quieres?

Nunca despiertes a Zayn Malik de esa forma, nunca.

-¿Qué rayos quiero? ¡Bonnie esta allí abajo! Buscando a Verónica, ¿que le dirás?

-No lo sé. Dile que Verónica tiene dolor de vientre, o se murió. Yo que sé, invéntale algo. -respondió el moreno a duras penas.

-No, Zayn. Adquiriste una responsabilidad al mentirle a Bonnie. Ahora levanta tu trasero y vístete de mujer.

Y lo siguiente que se escuchó en la habitación fue el fuerte sonido de una puerta cerrarse. Zayn bufó y volvió  a dormir. Mientras tanto, la madre de Zayn bajó y se encontró con una aburrida Bonnie mirando las fotos familiares colgadas.

-¿Ya Verónica está lista? -preguntó sonriendo.

-No, Bonnie. Ella todavía está... -piensa Trisha, piensa- Vistiéndose. Tranquila, estará lista en cinco minutos.

Pasaron treinta minutos. 

Zayn no despertaba, Trisha se alteraba y Bonnie miraba su reloj cada cinco minutos. La madre tuvo que recurrir a medidas mucho más drásticas. Subió como una fiera a la habitación de su hijo y encendió la luz. Todo de forma dramáticamente dramática.

-¡Zayn! ¿Por qué no estas listo?

Un ronquido se escuchó por parte de la bola de sábanas en donde estaba metido el joven. La mujer entró al baño, lleno tres litros exactos con agua y sin pensarlo dos veces, se los arrojó a su hijo sin piedad alguna.

-¡Mamá! ¿Te volviste loca? ¡Estaba durmiendo! -preguntó exaltado.

-Ahora no será necesario bañarte. -respondió la madre con una enorme sonrisa en sus labios.

Ella dejo a solas a su hijo, él no tuvo otra opción. Tomó el disfraz de Verónica, la peluca y los otros utensilios. Sin mucho animo, empezó a colocarse todo. Al cabo de veinte minutos, Verónica estaba lista. Lo único que faltaba era el maquillaje.

-¡Mamá! -llamó Zayn.

-¿Si, hijo? -dijo entrando de nuevo a la habitación.

-Necesito pedirte algo que... Que jamás pensé que te pediría... -respondió tímido.

Ella se asustó un poco.

-¿Puedes maquillarme?

Trisha rio bajito, tomóo el maquillaje y comenzó a aplicarlo en Zayn con mucha delicadeza.