¿Plan fallido...?

2.8K 215 13
                                    


Se siente tenso. No sabe qué hacer. Hace varios días qué ocurrió aquello y no ve ningún cambio en ese estúpido Marimo al que le confesó sus sentimientos siendo inesperadamente correspondido, aquel evento terminó en lo que fue su primera noche de pasión. El solo recordar los besos regados por todo su cuerpo, la dolorosa pero agradable sensación de Zoro entrando en su interior, le hacían dar escalofríos. Sin embargo, esa primera noche tan especial, parecía haber sido la última.

Zoro no volvió a abordar el tema, casi no lo tocaba, actuaba reacio ante la idea. Le preguntó si estaba todo bien entre ellos y el hombre de la cicatriz le respondió que si. No le dio mucha importancia al principio, tal vez la razón era que no es alguien muy afectivo y poco demostrativo, no le molestaba, podía vivir con eso, pero de ahí a rechazarlo todas las veces que intentó acercarse... No lo entiende. Dijo que sentía lo mismo que él. ¿Por qué de repente lo ignora? ¿A caso le mintió? ¿Todo fue un engaño para acostarse con él una vez y después desecharlo como a cualquiera?

Clava la punta del cuchillo que usaba para cortar la zanahoria en la tabla de madera por el enorme sentimiento de ira ante esa posibilidad. Respira hondo para calmarse y lo piensa mejor. En retrospectiva, cuando se confesó y Zoro le respondió que también le quería, no notó signos de mentira en absoluto, su rostro era de entera sinceridad e inclusive apostaría que de alivio. No puede evitar pensar que si siente lo mismo cuando se ven a los ojos, aunque al peli verde solo el derecho, el punto es que no le entra en la cabeza que haya sido una mentira.

No está muy seguro de preguntarle, en el fondo le da miedo la respuesta. Pero no puede quedarse sentado esperando a que ese Marimo gruñón se digne a hacer cualquier cosa. Por supuesto que no. Así que decide crear un plan de seducción para que el co-capitan se rinda ante él.

.
.
.

Las voces y las risas de todos llenaban la cocina a la hora del almuerzo. Comían con deleite el banquete que el cocinero les preparó.

- ¡Sanjiii! ¡Dame más carne! - pidió el capitán con la boca todavía llena de comida.

- ¡No hables con la boca llena! - le reclama desde el otro extremo de la mesa. Pero se levanta a traer el tercer plato de carne para el menor. Que bueno que hizo de más.

En el camino debía pasar por donde estaba sentado Zoro, ahí aprovechaba cada ocasión en la que iba y venía para rozar sutilmente su espalda. Cuando fue el turno de llevarle su plato, se aseguró de quedar lo bastante cerca para que sus mejillas se tocaran. No vio ninguna reacción pero al menos no se aparta. Así estuvo durante los días.

Y en las noches... Bueno. Ahí es cuando la operación Conquistando a ese espadachín entra en acción. Los roces ahora son a sus manos, sus brazos, hombros, las rodillas, y en un par de veces, su entrepierna, pero esto cuando estaban sin público. Lo hizo durante días. Pero el peli verde simplemente no hace nada, solo se queda ahí y espera a que se vaya.

Ya no lo soporta. No le queda de otra. Lo intentará una última vez, si Zoro no le dice lo que le ocurre, no volverá a mirarlo nunca. Aunque resulte lo más difícil del mundo. Es su Nakama después de todo, están en el mismo barco y la misma tripulación. Sabía las consecuencias de tener una relación con alguien con quien convives, pero ya no hay vuelta atrás. Hoy logrará su objetivo.

En la cena de esa noche, Sanji llama a todos en el barco para avisar que ya estaba la comida. Fueron llegando uno por uno sentándose en sus respectivos lugares. El cocinero esperaba a que entrara el espadachín pero este nunca llegó.

- ¿Y el Marimo? - preguntó sin hacer notar que estaba ansioso.

- Dijo que le dolía el estómago y que no comerá hoy. Quise darle algo para el dolor pero dice que se le pasará mientras duerme. - habló el Doctor mientras recibe su plato.

Provocando a ese espadachín {One-shot) {ZoSan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora