XXII. Día con los Rose.

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Capitulo 22.

Día con los Rose.

Sábado 8:00 A.m.

La puerta de la habitación de Axl se abrió rechinando. ¿Por qué mierda esa puerta rechinaba? La maldita casa era nueva prácticamente, agh malditas puertas.

—Buenos días...

—¿Qué tienen de buenos? Me acaba de despertar a... ¿Las ocho? Las malditas ocho de la mañana y en sábado —hablo dramáticamente el pelirrojo.

—Bueno, pasa que yo tengo que hacer unas cosas y William ya se ha ido y no puedes quedarte solo.

—¿Por qué no?

—Porque yo lo digo.

—Como si fuera a obedecer.

—Tienes que —Axl alzo una ceja y cuando quito las sabanas de su cabeza miro que Sharon tenía la misma expresión que él.

—¿Puede dejar de ser tan idéntica a mí?

—Tú a mi cariño. Eres quien es una parte de mí. ¿Lo olvidas amor? —tomo la maleta del pelirrojo y la puso en los pies de la cama—. Vístete por favor tengo que ver unas cosas en la oficina.

—Ya, está bien —suspiro—. Ganas.

Se levantó de la cama y se fue al baño con una toalla en mano mientras en la otra mantenía su celular mirando notificaciones que eran muchas para ser exactos, dejo el celular a un lado para continuar con su baño de algunos minutos y luego salió para cambiarse y quedarse otros minutos más pensando en que usar para aquel día en la oficina de Sharon. Solamente tomo una camiseta simple con una sudadera blanca y pantalones negros con rayas laterales blancas, cepillo el cabello y bajo para buscar la cocina quería algo de fruta lo que fuera. Estaba muriendo de hambre.

—¡Axl vámonos! —escucho gritar desde la puerta de entrada justo cuando iba a tomar una manzana.

—¡Pero tengo hambre! —Respondió.

—Te compro algo de camino.

—¿Sera vegetariano o vegano? Si no es así no quero nada.

—Claro pero tienes que venir ahora.

[...]

Tercer estornudo durante el desayuno eso no era bueno, además de su nariz roja y constipada.

—Slash, ¿estas resfriado? —el moreno negó.

Volvió a estornudar.

—Claro que sí niño.

—Te estoy diciendo que no papá —le dijo a Izzy con una voz ronca y extraña.

—Claro que sí te tendré que... —la puerta principal fue abierta por una de las señoras de servicio y entraron los amigos de Slash y Axl juntos.

—¿Qué hacen aquí? —pregunto Slash con la misma extraña voz de resfriado.

—Axl me encargo alimentar a sus mascotas —explico Kurt—, pero para mí mala suerte se me pegaron ellos.

—Oye yo sólo quiero ver al zorro —dijo Vince.

—¿Para que quieres ver a Slash? —pregunto Lars.

—Muy gracioso idiota —lo miro mal Slash—, ustedes.

—Teníamos ganas de verte, ¿No se puede acaso? —le responde Nikki.

El teléfono de Duff sonó y se retiró de la mesa para atender.

—¿Ya desayunaron? —les pregunto Izzy.

"Los McKagan Stradlin" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora