Capítulo 11

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Me dirigí a la puerta, aún con sueño, cuando escuché el timbre sonar.
Al abrirla, pude ver a mi vecina de en frente con su bebé en brazos.

-Hola, ¿Cómo estás?

-Bien, ¿Y tú?

-Bien.

-¿Seguías durmiendo? Lamento molestarte.

-No te preocupes. Hola, hermoso-saludo al regordete bebé en sus brazos, quien me sonrió de inmediato mostrando su sonrisa con dos dientes.

-Lamento mucho molestarte, pero quería saber si puedes cuidar a Isaac unas horas, la niñera enfermó y debo irme a trabajar, y su padre no sale del trabajo hasta la noche. Llamé a tu mamá y me dijo que tú estabas y que te pregunte si podías.

-Claro, no hay problema con eso.

-Genial, muchísimas gracias. Cualquier cosa me llamas, mi número está dentro de la pañalera-me entregó al bebé y la pañalera-Adentro está todo lo necesario, pero si necesitas algo más, por favor compralo, yo te doy el dinero cuando vuelva. Y adentro tienes tapers con su comida, así no te preocupas por nada.

-Genial, ve tranquila que aquí estaremos muy bien.

Luego de despedirnos de ella, viendo como subia a su auto rojo, entramos a la casa.

-¿Bien, qué hacemos pequeño Isaac?-le pregunté y él me sonrió. Por suerte, era un niño muy risueño y tranquilo-De acuerdo, creo que tú ya desayunaste, pero yo no, así que acompañame a la cocina.

Al entrar a la cocina, pude ver unos bizcochitos en la mesa, por lo que, con una mano, me serví jugo de naranja y me senté en la mesa, acomodando a Isaac en mis piernas y comencé a comer, combidandole pequeños trozos para que comiera.
Eran las 7:45 de la mañana, por lo que tal vez podría hacer dormir a Isaac y dormir un rato más.

Al terminar de comer, subí a mi habitación y me acosté con Isaac a mi lado, por suerte no me costó mucho hacerlo dormir, y aproveche a dormir un rato más yo también.

Eran casi las diez cuando desperté al sentir a Isaac moverse, había dejado su pañalera abajo, por lo que una vez que el niño despertó por completo, lo tomé en brazos y baje con él, una vez abajo le cambie rápidamente el pañal, lo dejé sentado en la alfombra de la sala para poder ir a tirar su pañal y lavarme las manos.
Al salir del baño, decidí dirigirme a la cocina para servirme un poco de agua.

Cuando estaba por volver con el bebé, la puerta se cerró fuertemente, corrí rápidamente hasta ella pero no pude abrirla por más fuerza que aplicara.

En un momento escuché un golpe, un grito de Isaac seguido de su fuerte llanto.

Más y más golpes de cosas cayendo se escuchaban.

Me tiré al suelo e intente ver desesperadamente por la ranura entre la puerta y el piso, no sé veía mucho, pero logré ver a Isaac sentado en el suelo llorando, y los libros de la estantería cayendo a su alrededor.

De pronto, comencé a ver unos pies pálidos, y amoratados, caminar lentamente hacia el niño.

-NOOOO.

Me levanté rápidamente volviendo a intentar abrir la puerta.

Todo lo que había vivido hasta ese momento había sido desesperante, pero nada se comparaba con esto.
Pensar que ese pobre bebé estaba viviendo esto por mi culpa.

-ALEJATE DE ÉL MALDITA PERRA.

Por más fuerza que aplicara, por más patadas que le diera a la puerta, no lograba abrir está.

-DÉJALO... ME QUIERES A MI, NO A ÉL.

-No no no no no.

Incluso había intentado romper la perilla de la puerta pero nada funcionaba.

Paranormal~Thomas Sangster y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora