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Tom observaba con celos, como Henry hablaba con Hela.
──No entiendo porque accedió a hablar con el ──dijo Tom con molestía.
El grupo de amigos solo se encogieron de hombros, mientras vigilaban de lejos la conversación de la chica con su ex novio.
──¿Haremos algo por el cumpleaños de Hela? ──preguntó Rosier, rompiendo el silencio que se había formado entre ellos.
Tom se sorprendió, no sabía del cumpleaños de la joven.
──¿Cuando será? ──preguntó Riddle.
──Pasado mañana ──respondió abraxas.
──Podríamos ir a Hogsmade ──propuso mulciber.
──El sábado, Ravenclaw hará una fiesta ──dijo Lestrange. ──No tendremos problema en hacerla entrar aunque sea para los de quinto año.
Todos se quedaron en silencio cuando vieron que su amiga se acercaba a ellos. Inmediatamente la empezaron a bombardear con preguntas.
──¡Ya, cierren la boca! ──exclamó con fastidio la chica. ──Parecen un montón de señoras, sedientas de chisme.
──Oh vamos ──dijo Avery. ──¿No nos dirás nada?
──No, así que no vuelvan a preguntar ──sentenció Hela.
──Oh, vamos ──se quejo Avery. ──¿No dirás nada?
──No ──respondio Hela. ──¿Vamos a comer?
──Si, tengo mucha hambre ──abraxas paso su brazo por los hombros de su amiga.
Los demás los siguieron y se dirigieron juntos al gran comedor a cenar.
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Al otro día, durante el desayuno. Hela recibió una carta de su padre, algo que la sorprendido y asustó al mismo tiempo, ya que las cartas de su padre significaban problemas para ella. Pero se sorprendió a un más cuando la leyó. Sus padres festejarán su cumpleaños, algo que nunca había pasado antes.
¿El motivó?
Toda la familia Romanov se reuniría por el cumpleaños de la joven, por ese motivo sus padres harían un baile, para las familias de la élite.
Hela ya se imagina lo que sería esa reunión familiar. Ansiaba ver a su tía "la loca" con su hija imaginaria, realmente sería interesante ver a la familia reunida.
Abraxas estaba frente a ella, leyendo la carta que su madre le había enviado, avisándole que mañana partiría a su casa para ir a la fiesta que los Romanov habían organizado.
──Creo que no podremos festejar el cumpleaños de Hela aquí ──dijo Lestrange, dejando la carta que sus padres le habían enviado.
Mulciber, Avery, Lestrange, malfoy y rosier habían recibido la misma carta de sus padres. Tendrían que partir para ir a la fiesta de los Romanov.
Tom desayunaba mientras pensaba que esté fin de semana estaría sólo, ya que sus amigos se irían.
──Será interesante ver a tu tía ──dijo abraxas con una sonrisa divertida.
Hela le tiró un pedazo de pan.
──¡Mierda! ──se quejo Malfoy. ──Me entro una miga en el ojo.
Hela lo ignoro y volteó hacia Riddle.
──Tom ──llamó la chica.
El mencionado levantó la vista y le prestó atención.
──En la tarde, ¿podrías ayudarme con mí tarea de historia sobre la magia? ──preguntó la chica.
Tom sonrió.
──Por supuesto.
Hela le devolvió la sonrisa y se levantó de su lugar, jalando del brazo a Evan.
──Tenemos que llegar temprano a clases ──le avisó la chica a su compañero.
Evan le dio un último sorbo a su Té y se levantó de su asiento. Hela abrazo el brazo de su amigo y ambos salieron del lugar.
──Tommy, ¿podrías ayudarme con mí tarea? ──dijo abraxas, imitando la voz de una mujer y acariciando el brazo de Lestrange a su lado.
──Oh Hela, besame ──se burló Corvus. Fingiendo besar a malfoy.
──Cierren la boca, imbéciles ──exclamó Tom con molestía.
Durante el día Tom no paró en pensar en Hela y se preguntaba si ella también pensaba en el. Pero Hela era un misterio y una caja de sorpresas para el, nunca podía predecir los próximos pasos que la chica daría.
──Sabes... Cuando me dijiste que te ayudara con tu tarea no creí que lo decías encerio ──tom acarició la espalda de la chica y dejo un beso en su hombro.
Hela sonrió de lado.
──Eres un mal pensado, Tom ──la chica se acomodó mejor en las piernas del chico.
Hela estaba haciendo su tarea, sentada en el regazo de Tom, ya que el chico había insistido que sería más cómodo hacer la tarea de esa manera.
──En 1752 fue la segunda rebelión de duendes ──leyó Tom y Hela comenzó a escribir.
──¿Y fue en...?
──Gran Bretaña ──respondió el chico.
Mientras Hela seguía escribiendo, Tom movió el cabello de la chica a un lado, dejando descubierto su cuello, el chico comenzó a dejar varios besos en ese lugar, haciendo que Hela riera por las cosquillas que le provocaba.
──Tom ──murmuró la chica. ──No vamos a coger, estoy en mis días.
──No pensaba hacerlo ──sonrió el chico, apoyando su mentón en el hombro de ella y abrazó la cintura de Hela. ──Me gusta estar así contigo ──musitó.
──A mí también ──respondió Hela con simpleza, sin despegar la mirada de su pergamino.
Tom sonrió, tomó el mentón de la chica, haciendo que ella lo mirara y junto sus labios en un tierno beso.
