𝐘𝐄𝐒 𝐌𝐘 𝐋𝐎𝐑𝐃 ❪ 1 ❫

07. tradición

─Asi fue como mí tío termino con una cabeza de caballo ──terminó de hablar abraxas con una sonrisa.

Lestrange a su lado, no podía creer la pendejada que el rubio le estaba contando a la tía de Hela.

──¡¿Encerio?! ──preguntó Temis, muy sorprendida. ──¿Donde está ahora?

──Mí padre lo tiene encerrado en las mazmorras de la mansión y le damos de comer patas de duendes una vez por semana.

──Vaya... Pobre de tu tío ──Temis se quedó con la mirada pérdida un momento.

──¿Seguirá viva? ──susurró abraxas en el oído de Lestrange al ver qué la mujer se había quedado en la misma posición por unos segundos.

──¡Hija, esa bebida no es para niños! ──gritó la mujer de golpe, haciendo que ambos chicos se sobresaltaran.

Temis salió disparada hacia la mesa de bebidas. Abraxas y Corvus observaban como la tía de Hela hablaba sola en una esquina, suponían que estaba regañando a su hija imaginaria.

──Ni siquiera tienes un tío ──dijo Corvus con una ceja alzada.

──Oh, vamos ¿no me dirás que estuvo buena mí historia? ──rió el rubio.

──Hela te matará si se llega a enterar lo que le dijiste a su tía ──dijo burlón.

Corvus observaba a las personas que bailaban, hasta que sus ojos se clavaron en una pareja en específico.

──A Tom no le gustaría ver eso... ──comentó Corvus, señalando a Hela quién estaba bailando con Henry.

──Por suerte no está aquí ──agradeció malfoy. ──No entiendo porque de repente, Hela volvió hablar con Henry.

──Yo me preguntó de que estarán hablando.

──Lo averiguaremos ahora.

Hela ladeó su cabeza a un lado, y vió como Lestrange y Malfoy bailaban juntos, y se iban acercando poco a poco a ella.

──Sujeta bien mí cintura, malfoy ──ordenó Corvus. ──¿Acaso no sabes bailar este tipo de música? ──se burló.

──Hablaremos después ──dijo Hela a Henry y éste se apartó de ella para ir por algo de comida.

Hela caminó unos pasos hasta sus amigos.

──¿Que hacen? ──hela se cruzó de brazos.

──¿No es obvio? ──dijo Malfoy tranquilamente. ──Estamos bailando.

Hela puso los ojos en blanco y caminó hasta Rosier, quién estaba en la mesa de los postres.

La fiesta había acabado, los invitados ya se habían ido. Las únicas personas que estaban en el gran salón, eran Hela y su padre.

Esté le hizo una señal y algo temerosa, se acercó a su padre.

──Sígueme ──ordenó.

Hela en silencio, lo siguió por un pasillo largo, hasta unas escaleras que descendían hacía otro pasillo, iluminado por velas. Estaban yendo al sótano.

La chica, algo dudosa bajo lentamente las escaleras. Una gran puerta se abrió dejando ver un pequeño cuarto, iluminado por velas, y a cada lado de la puerta estaba su tío Hiperión junto a su esposa y del lado contrario estaba su tía Temis con Apolo. Su madre con una vela en su mano, estaba esperando.

Cronos caminó hasta su esposa, con Hela detrás de el. Un grito desgarrador se escuchó, haciendo que la chica parara en seco. Miró a su primo en busca de alguna respuesta pero éste solo le sonrió levemente.

Su madre caminó para iluminar la parte final del cuarto.

Hela no podía creer lo que estaba viendo. Un hombre se encontraba de rodillas en el suelo, con los brazos sujetos con cadenas que salían del techo, sus abuelos se encontraban a cada lado de ese hombre, su abuelo Urano sostenía una cuchilla en su mano.

──¿Que es...?

Antes de que pudiera formular una pregunta, su padre comenzó a hablar.

──Una de las tradiciones de los Romanov es que al cumplir dieciséis, tienen que asesinar a su primer muggle, acompañado de su familia. Por eso están todos aquí está noche ──dijo Cronos con tranquilidad. ──Todos los que estamos aquí, lo hemos hecho cuando cumplimos dieciséis, ahora te toca a ti.

──Este es nuestro regalo ──dijo su madre con frialdad.

──No tengo mí varita...

──No será necesario ──dijo su abuela. ──No usarás magia.

Su abuelo se acercó a ella y colocó la cuchilla en su mano.

──Usaras esto ──dijo su abuelo. ──Tus padres te guiarán.

Cronos y Rea agarraron la mano de Hela al mismo tiempo, y llevaron la mano de su hija hasta el cuello de aquel hombre.

──Ahora clava profundamente el cuchillo y corta hasta el otro extremo ──le indico su padre. ──Deja que su sangre caiga en el gran tazón que esta en el suelo.