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Odioeste sentimiento... Odio amarte.
Es gracioso cuando lo pienso, jamás pensé enamorarme de ti, nos conocemos tanto tiempo que me duele la mínima idea de perderte.
Estaba tan inmerso en sus pensamientos cuando el moreno lo sacó de su trance.
- Maddy, ya tenemos que irnos, Mito nos espera en la Torre del Hokage.
- A-ah si claro, vamos.
- ¿Estás bien Madara?
- Si - respondió nervioso - ¿por qué lo preguntas?
- Es que te noté más frío y distante de lo normal, parecías perdido - expresó el moreno preocupado por su amigo - ¿Acaso hay algo que te molesta?
- No, no es nada, solo que- respiro profundo - estoy algo cansado, es todo.
- Bueno, si tú lo dices - dudando - ¿sabes que puedes contar conmigo para lo que sea verdad?
- Claro - le dedico una sonrisa triste - Nos tenemos que apurar, a tú...- hizo una pausa y evitando mostrar su tristeza siguió - prometida no le gusta esperar - habló reprimiendo sus inmensas ganas de llorar.
- Si la paciencia no es lo suyo- riendo - Deberías verla cuando se enoja, evitemos que nos regañe.
Siguieron caminando hasta que llegaron a la aldea, como era de esperarse, la gente del pueblo saludaba al Hokage y lo felicitaba por su compromiso. Si, compromiso, Hashirama se iba a casar con Mito, la princesa Uzumaki.
Cuando le dieron la noticia a Madara su pecho se oprimió y no pudo evitar sentir un gran dolor, el azabache había estado enamorado de su mejor amigo por mucho tiempo, y a pesar de que sabía que sus sentimientos no eran correspondidos, no puedo evitar llorar y lamentarse.
Él amaba a Hashirama y le dolía saber que él jamás lo sabría. No podía odiar a Mito, ella era perfecta, era amable, inteligente y además si se comprometía con Hashirama le daría un gran beneficio tanto a la aldea como a su clan.
- Hashi-Kun porque tardaste tanto - pregunta la princesa con el ceño fruncido.
- Perdón cariño, no nos dimos cuenta de la hora - se disculpó.
Madara entró después de Hashirama ganándose algunas miradas de odio, después de todo era el temible Uchiha Madara, el líder del clan más cruel y desalmado.
- Llegas tarde - habló una figura desde una esquina de la habitación.
- Oh, había olvidado que la rata albina iba a estar presente - se burló - Disculpen la tardanza.
El Albino lo fulmino con la mirada, pero poco le importó, le devolvió la mirada demostrando que el odio era mutuo.
Ambos se sentaron y dieron inicio a la reunión donde discutían sobre el compromiso del Primer Hokage, él solo se limitaba a asentir dando a entender su aprobación, pero en realidad quería salir de allí lo más rápido posible, no soportaba que de lo único que hablen sea de la boda de Hashirama y Mito.
Cuando dieron finalizada la junta, salió inmediatamente de ahí, quería despejar su mente y dejar de pensar en Hashirama.
- Oye Uchiha - dijo una voz detrás de él.
- Y ahora que quieres Senju - se volteó para encontrarse con Tobirama.
- Solamente quería saber si estás bien, parecías muy distraído allí dentro - expreso el albino.
- ¿Y a ti desde cuando te importa mi bienestar? - dijo mientras se cruzaba de brazos.
- No me importas tú, me importa lo que le podrías hacer a la aldea si es que enloqueces.
- Eres un idiota - le grito el Uchiha - Sabes Senju no estoy para tus tonterías ahora.
El azabache se dirigió a su caballo con rumbo a su hogar, lo único que quería era encerrarse en su habitación y no salir de ahí, pero lastimosamente él era el jefe de su clan y tenía que encargarse de todos ellos y asistir a las reuniones.
El albino vio como se alejaba el Uchiha, y no pudo evitar sentir impotencia por la corta interacción que tuvo con el azabache. Quien lo hubiera imaginado Tobirama Senju, el hermano del Hokage y a quien conocían por su gran odio hacia el clan Uchiha, enamorado... si enamorado y de nada menos que el temido Uchiha Madara.
Hola :3 ... bueno, es la primera vez que me animo a escribir, así que espero que lo haya hecho bien. Si esto tiene apoyo seguiré subiendo capítulos... sin más que decir Adiós u-u.
