Capítulo 04

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Holis, hoy traigo dos capítulos. Y este finde creo que subiré uno más. Espero que los disfruten❤


«Dulce»

Jesse

—Pareces una puta morsa. Levántate de una vez.

Con esas ocho palabras había recibido aquel nuevo día, y se preguntó qué tipo de cosas malas había hecho en esa vida —o en cualquiera de las anteriores— para tener que soportar a alguien como Eric. Bueno, tampoco podía quejarse. Jesse sabía que, en el fondo, su mejor amigo solo quería que él hiciera algo valioso que su tiempo más que dormir y hundirse más en la miseria como el Grinch.

El problema era que Eric no parecía comprender lo que era perder a una persona como lo había hecho él. Corrección: a dos personas. Su mejor amigo era de esos que evitaban las relaciones con los demás a toda costa, mientras que Jesse era todo lo contrario: se ilusionaba en minutos y no había quién lo sacara de ahí.

Por eso supo que Holly iba a ser la mujer de su vida la primera vez que hablaron en la facultad. Y por eso la odiaba tanto en ese momento. Porque ella seguía con su vida como si los sentimientos de Jesse hubieran sido inexistentes, o mejor dicho, prescindibles.

—Te invito el desayuno, vamos —insistió Eric, tocándole el hombro con más fuerza.

—Si pagas tú, está bien. —Jesse se sentó en la cama, todavía adormilado.

—Pues eso significa «invitar».

—La última vez que me «invitaste» a desayunar, te fuiste sin pagar la cuenta.

Eric rodó los ojos y empezó a anudarse la corbata de forma automática.

—Pero luego te pagué una cena, no seas llorón. —Miró su reloj—. Tienes quince minutos para estar listo. Además, al fin te toca entrar a trabajar. Ya me estaba preocupando cómo ibas a pagar tu mitad de la renta.

—Por algo te tengo a ti como sugar daddy, ¿no?

Los dos sonrieron y Eric lo dejó a solas para que se arreglara. No tenía ánimos de nada pero su amigo tenía razón, ese día se reincorporaba al trabajo. Lo hacía solo porque agotó todos sus días de vacaciones, no porque realmente quisiera regresar a la oficina. Tampoco era como si se llevara mal con sus compañeros, todo lo contrario, mantenía buena relación todos. El problema era que conocían a Holly, y sabían cómo habían terminado las cosas con ella. Y si él quería alejarse un tiempo de tanta mierda, también tenía que ausentarse del trabajo.

Llegaron a una de las cafeterías favoritas de Eric, y Jesse pidió lo más ligero que hubiese. La ansiedad le quitaba el apetito.

—Por amor a todos los dioses, cambia esa cara —pidió Eric—. Que ya lo he intentado de todo contigo. Te organizo una cita a ciegas, te saco al cine, te llevo a comer, hasta te paso la app erótica donde trabaja mi hermana para que te liberes un poco. Y ahí estás, más tenso que un palo de escoba.

—Y tú tan insoportable como un niño de cinco años. Es que no lo entiendes. Con Holly estaba dispuesto a...

—El nombre «Holly» acaba de ser vetado de todas nuestras conversaciones. No volveremos a hablar de ella. —Hizo una pausa cuando vio la expresión de enfado de Jesse y cambió de tema de forma radical—. ¿Al final usaste LoveLine para tu primera llamada caliente?

Aquello hizo que recordara el encuentro telefónico que había tenido con Jessica, y sintió un poco de vergüenza al rememorar que se había comportado con ella como un niño precoz. Es que ni eso le salía bien. Sin embargo, también se acordó de lo bien que le había caído ella, incluso podría decirse que era muy agradable.

Al otro lado de la línea [EN PAPEL] [+18] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora