STORM ✧ Bakutodo

✧. Capitulo VI

Una semana mas tarde, la caceria por el dragon blanco parecia ir de mal en peor. 

La enorme bestia alada, harta de ser perseguida, comenzo a atacarlos con fuego y hielo, obligando a Hawks a dar la seña de retirada por el bien de Shoto, quien lucia sorprendido por ver el poder que su padre habia elegido para él. 

Por suerte para Hawks, el barbaro no se habia mostrado de nuevo, facilitando su trabajo de captura, aunque ese problema habia sido remplazado por hostilidad del animal. Un problema tras otro. 

En sus pocos años de servicio al Rey Enji, no habia conocido dragon mas problematico. 

Habia acompañado a Natsuo a cazar a su dragon, y pese a que los barbaros comenzaban a alzarse contra el reino de los Todoroki, no implicaron un riesgo tan grande. Incluso aquel dragon habia sido mas tranquilo. 

Volvio su vista al principe, que trataba de huir como le habian indicado, rodeado por altas columnas de hielo y feroces llamaradas de fuego, mostrandole inconcientemente su lado izquierdo unicamente. 

Abrio sus alas, frunciendo el ceño, con sus alas mas fuertes en ambas manos, incapaz de permitir que le hicieran daño al principe, no cuando se habia ganado la confianza de Endeavor para cuidarlo. No podia decepcionar a su salvador...

Logro volar hasta el dragon, cortando parte de sus alas, que le saco un alarido de dolor. 

-¡Su majestad! ¡Deme la mano!— menciono con voz suplicante, extendiendo su mano a él, volando tan cerca como pudo. Si lograba sacar de esa forma al principe, seguramente la mayoria de sus hombres moririan al no poder escapar. 

Pero su prioridad...

Shoto extendio su mano a él, con su rostro habitualmente inexpresivo comenzando a mostrar cierta desesperación, aunque dejo de verlos debido a una llamarada de fuego que se cruzo entre ambos, logrando quemar superficialmente su mano. 

El bicolor, bajo el fuego, lucia profundamente desesperado. De ser valiente, podria ir y ponerle fi al dragon al menos por el bien de su gente, pero estaba aterrado. 

Nunca quiso matar a un dragon. Los habia visto surcar los cielos, y lo unico que sintio fue admiracion. Ahora estar delante de un dragon que queria asesinarlo lo llenaba de miedo. 

Escucho los lamentos de dolor de las personas que acompañaban su guardia, haciendolo sentir culpable.

Lo unico que pudo hacer fue lanzar su espada con toda su fuerza, consiguiendo lo que queria. 

Cuando el dragon desplazo sus rojizos ojos a él, su cuerpo solo reacciono, moviendo las riendas del caballo para hacerlo correr hacia mas alla del prado en el que se encontraban, escuchando como la bestia comenzaba a perseguirlo. 

Escucho el llamado de Hawks, pero no se detuvo. Queria ayudar a su gente, no queria que murieran por su culpa. 

En cuanto el hielo comenzo a rodearlo, aun si seguia en movimiento, sintio el miedo frio atravesarle la columna. ¿Iria a morir? La idea lo hizo tiritar ligeramente, mientras rogaba a su caballo que corriera mas rapido, aun si el animal ya bufaba pesadamente. 

Atraveso el pequeño bosque, comenzando a reconocer que habia tomado una pesima ruta de escape, con un profundo vacio a un lado y altas montabas del otro. Casi habia firmado su sentencia de muerte. 

Por ello, cuando sintio un profundo dolor en el costado izquierdo de su cuerpo, y abandono sin querer la silla de su caballo, comenzando a caer al vacio gracias al empuje, no se sorprendio, casi sin poder procesar la rapidez con la que estaban ocurriendo las cosas.